www.revistaalternancia.org
ISSN: 2710 - 0936 | ISSN-L: 2710 – 0936
Alternancia – Revista de Educación e Investigación
Vol. 5. No. 8 | Enero - junio 2023 |
Páginas 65 – 80
Incorporación del enfoque de desarrollo
sostenible para la educación superior. Una propuesta de enseñanza desde la
visión del bien común.
Incorporation of the sustainable development approach for higher
education. A teaching proposal
from the vision of the common
good
María Isabel Garrido Lastra
igarridolastra@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-5450-5229
Observatorio Metropolitano de Puebla,
Puebla, México
Recibido: agosto de 2022 / Arbitrado:
septiembre 2022 / Aceptado: septiembre 2022 / Publicado en enero 2023
La
visión del enfoque de desarrollo sostenible tiene como finalidad incorporar la
perspectiva de la sostenibilidad del entorno a través del cumplimiento de los
17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); sin embargo, no se especifica como
una política pública y de Estado que permita permear en sistemas complejos como
es el caso de la educación superior, que al contar con autonomía para el caso
de las normales y sus universidades públicos, da una oportunidad de cambiar los
modelos de aprendizaje entendiendo que la educación es un proceso continuo de
adquisición de conocimientos que se transmiten y transitan a la vida cotidiana.
Con ello, la visión del bien común y el enfoque de desarrollo sostenible convergen
desde las acciones operativas visualizadas en las cuatro dimensiones de la
Universidad de Munich, resumidas en poner en el
centro de la toma de decisiones a la persona y el entorno/naturaleza,
permitiendo que Instituciones de Educación Superior (IES) que operan
actualmente consideran la aplicación de dichas metodologías en los modelos de
enseñanza y aprendizaje; como es el caso de la Universidad de Chapingo en
México.
Palabras clave: Desarrollo
sostenible; bien común; educación
Keyword: Sustainable development; common good; education
INTRODUCCIÓN
El enfoque de desarrollo sostenible incorpora
la perspectiva de crear conciencia sobre el entorno, el crecimiento económico
ilimitado y las realidades ambientales, sociales y territoriales que se han
agotado con el paso de los años; por consiguiente, una de las vías más
importantes para crear conciencia y construir nuevas ideologías sucede en los
sistemas de educación.
Para el caso de la educación superior, sirve
como un transito hacia la vida pública laboral y su
papel de eje transformador de la sociedad se vuelve un factor clave para
cambiar la manera de actuar de la sociedad y los colectivos. También con fines
similares, pero de manera paralela, la visión del bien común y la metodología
del enfoque de desarrollo sostenible se ha
implementado en la educación superior en acciones específicas delimitadas en
cuatro perspectivas de la Universidad de Munich, y
que permiten visualizar modelos de aprendizaje y operación alternativos. En
conjunto con la incorporación de la visión del bien común, como una metodología
de modificación en los sistemas de enseñanza permite posicionar al ser humano
en el centro de la toma de decisiones para crear sociedad.
Los nuevos enfoques planteados por la
Organización de las Naciones Unidades para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO, 2015) visualizan la educación como un bien común mundial donde
es necesario transformar los modelos de enseñanza de acuerdo a la cultura, el
entorno, su historia y la dinámica de la propia ciudadanía en función de una
visión general.
Para los países latinoamericanos, y
específicamente para México, existen casos de éxito sobre la incorporación de
la visión del bien común en instituciones de educación superior (IES) que
incorporación el enfoque de desarrollo sostenible desde el cuidado del medio
ambiente y las acciones sobre las generaciones a futuro.
La Universidad de Chapingo tiene una
tendencia hacia la institucionalización del enfoque de desarrollo sostenible
sobre sus modelos de enseñanza y al mismo tiempo la preservación de aspectos
específicos del modelo de bien común que permite crear un balance sobre lo que
se enseña y lo que se transforma en el entorno.
MÉTODO
La presente
investigación realizó un análisis de gabinete desde el estudio de caso de la
Universidad de Chapingo ya que ha sido un referente de modelo de enseñanza
desde la sostenibilidad con enfoque del bien común preservando la
institucionalidad del modelo educativo nacional.
Para el estudio
de caso, como su nombre lo indica, se utilizó una metodología propuesta por
John Gerring (2009) y Martínez Cristina (2006)
teniendo como herramientas de análisis información documental que integra la
incorporación del modelo de educación desde la perspectiva del bien común,
acotándolo a las cuatro dimensiones propuestas por la Universidad de Munich, haciendo hincapié sobre la participación de los
actores en dichas dimensiones, la influencia en el sistema educativo de los
demás actores, los intereses de cambio de modelo del sistema y las acciones
afirmativas que se llevaron a cabo para incorporar aspectos del bien común; es
decir, sus características normativas, administrativas y operativas.
En un primer
momento se presentarán los conceptos básicos de educación superior, bien común
y la visión del enfoque de desarrollo sostenible con la incorporación de los
ODS a los modelos de enseñanza. Posteriormente se realizará un análisis específico
de la Universidad de Chapingo desde la visión de la Universidad de Munich destacando los aspectos más relevantes de los dos
modelos teóricos para finalizar con la propuesta de incorporación para las IES.
Marco Teórico
El enfoque de
desarrollo sostenible surge, en un primer momento con la conceptualización del
desarrollo sostenible en general; sin embargo, con la conceptualización de la
Agenda 2030 del Programa Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la
incorporación de las acciones a las políticas públicas de los gobiernos
locales, se diseñaron metodologías de incorporación de la visión de los 17 ODS
a las acciones tanto gubernamentales como privadas.
Al respecto, Valencia,
Giacinti, Milán, Oliver y Uribe (2018) menciona que
más allá de considerar la teoría pura del desarrollo local, para el enfoque de
desarrollo sostenible se consideran las características de pensar en las
generaciones a futuro, el contexto en que se componen así como las formas de
organización y gestión de los proyectos, con la finalidad de permitir tener un
funcionamiento adecuado a partir de relaciones horizontales y consientes.
Aunado a ello, el
PNUD considera otras metodologías de análisis para la interpretación y
aplicación del enfoque de desarrollo sostenible, dado que su especificidad
hacia los 17 ODS se refleja en la operatividad o práctica tanto del sector
privado, público y sociedad civil. Al respecto utilizó metodologías como Mainstreaming Acceleration Policy Support (MAPS) (PNUD,
2019), Combos acelerados (PNUD, 2019) o Metodología de análisis de brechas de
la CEPAL (MIDEPLAN, 2016).
El concepto de
bien común se ha analizado de manera compleja a lo largo delos años como una
acción del colectivo que permite identificar parámetros en distintas perspectivas
como es el interés común, la desmercantilización de
los bienes, las relaciones horizontales para la toma de decisiones, entre otras
cuestiones. En términos generales, el concepto radica en aquellos bienes o acciones
cuyo uso y disfrute pertenece a todos los hombres, sin que pueda atribuirse
particularmente a ninguna persona.Estas metodologías
tienen en común las siguientes características para la incorporación de la
visión de desarrollo sostenible:
1.
Identificación
de las brechas de desigualdad que existen por grupos de enfoque sobre el
entorno que se va a aplicar
2.
Incorporación
de la Teoría de Cambio
3.
Construcción
de hojas de rutas para la incorporación de la visión
Evaluación y
seguimiento.
Aunque estas acciones no son limitativas,
representan una similitud con la incorporación de la metodología del bien común
en las IES ya que identifica, analiza, modifica y da seguimiento sobre las
acciones que se realizan desde relaciones horizontales.
Para Universidad
de Filosofía de Munich (2014 citado en Shultze, 2014) existen cuatro perspectivas de análisis y
conceptualización del bien común: económica, sociopolítica, ambiental y
cultural; que se alinean con la perspectiva del desarrollo sostenible al momento
de pensar modelos educativos con las dos visiones.
Por tanto, las
dos visiones se conjuntan al desagregar las dimensiones del bien común en
acciones concretar, y al describir las características del enfoque de
desarrollo sostenible dado que incorporan acciones que vinculan el entorno, las
relaciones interpersonales y la creación de proyectos en función de las
necesidades de la sociedad o el conjunto que se este
aplicando. Con ello, la metodología explicada anteriormente identifica las
brechas desde las cuatro dimensiones del bien común y hace su análisis desde la
teoría del cambio para proponer ejes de transformación hacia el desarrollo
sostenible y, por último, construir una hoja de ruta para la institución de
aplicación.
Figura 1. Metodología de aplicación del enfoque de
desarrollo sostenible y el bien común.
Fuente: Elaboración propia con base en Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2018). Un enfoque multidimensional
para abordar la Agenda 2030 y Shueltze R.O (2014)
Capítulo 10. El Bien común. Biblioteca jurídica virtual del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM
Como se observa,
los puntos de convergencia de los dos marcos teóricos se encuentran en las
descripciones de los modelos aplicando la cooperación a la economía circular,
las relaciones horizontales a la democracia participativa, la aplicación del
conocimiento sostenible a la ética ambiental y la diversidad a la preservación
de los saberes.
Para Jutta Blauer (2005) la educación se conceptualiza como la acción
de transmisión de conocimientos que contiene componentes de valores, prácticas,
interrelaciones horizontales y la promoción de distintas inteligencias por
parte de las personas. De acuerdo a la propia autora la educación superior es
el tránsito y formación de actores de transformación para la vida en común dado
que participan en los sectores de la vida y cuentan con la visión tanto
práctica como académica, lo que permitirá que su tránsito al mercado laboral
y/o social signifique un cambio de paradigma.
La Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) (2000, citado en Aviña, 2000) conceptualiza la educación superior como un
mecanismo para regular la igualdad en las condiciones de vida; comprender la
educación superior permitirá investigar nuevas vías de integración con la
sociedad que sean una condición necesaria para orientar su trasformación.
Los bienes comunes se usan colectivamente,
pudiendo llegar a ser utilizados por todos. Este primer eje remite al acceso:
implica un criterio de potencial universalización del bien, de su acceso por
parte de la totalidad de los sujetos y actores de la sociedad. No pueden ser
gestionados con criterios de racionalidad individual ni la ganancia
establecerse como fin último.
Para Bancharoopolod
y Woordhall (1987 citado en Díaz y Alemán,
2008) la educación es un factor central para el desarrollo, sin embargo
Ibarrola (2014) menciona que no es una condicionante del crecimiento económico,
pero sí de la calidad de vida, de la construcción de ciudadanía y de procesos
de interrelación indispensables para la convivencia en sociedad. Por tanto, las
reformas del Estado son reflejo de los cambios en el acceso a la educación ya
que prueban que las desigualdades pueden reducirse si las políticas educativas
están orientadas para tal efecto (Blaug 1992).
Así, se comprende que el ser humano vive en
sociedad por lo que existe una búsqueda constante con lo externo, un deseo de
afrontar la vida y estructurarse de manera colectiva para sobrevivir; esto se
logra con la identidad y el sentido de pertenencia; es decir, viviendo y
conformando colectividad. Estas acciones conllevan la necesidad de
identificación a través de la lengua, los saberes, la cultura y las tradiciones
para fortalecer el tejido social; “aceptando al otro y construyendo con el
otro” (Téllez, 2010 pp. 11).
López, Morales y Silva (2005) mencionan que,
el enfoque de educación como bien común, es un conjunto de prácticas sociales e
institucionales donde se promueve todo tipo de oportunidades y estímulos para
el aprendizaje, la producción y la transferencia de conocimiento y tecnologías;
teniendo como eje central la educación formal.
Contextualización de la Universidad Autónoma de
Chapingo (UACh)
Tiene su origen en la Escuela Nacional de
Agricultura (ENA), la cual fue fundada en 1854 en el Distrito Federal, para el
1923 se traslada a la Exhacienda de Chapingo donde
inician cambios de visión que hasta hoy prevalecen; estos se reflejan en el
lema que ha quedado plasmado en su Acta de Inauguración, “enseñar la
explotación de la tierra, no la del hombre” (UACh,
2020).
Se fundamenta bajo los criterios normativos
de la Ley de General de Educación (DOF,2019) donde
mencionar que la educación “es un medio para adquirir, actualizar, completar
y ampliar sus conocimientos, capacidades, habilidades y aptitudes que le
permitan alcanzar su desarrollo personal y profesional; como consecuencia de
ello, contribuir a su bienestar, a la transformación y el mejoramiento de la
sociedad de la que forma parte”(Art. 5 pp. 2). De ella deriva su
clasificación: educación básica (inicial, prescolar,
primaria, secundaria) (Art, 37, pp. 17), educación media superior (Art. 45,
pp.18), y aunque no se especifica la educación superior, la Ley de Educación
Superior fundamente su actuar en dicho documento normativo.
La ENA se organizó bajo una estructura y
reglamentación militar. En 1912 Victoriano Huerta impone el régimen
militarizado (Garmendia, 1990) y al trasladarse la ENA a la Ex Hacienda de
Chapingo se formalizó la militarización de la Escuela; sin embargo, por tal
militarización los alumnos realizaron huelgas para quitar dicho régimen.
Desde 1920, la UACh
se ha destacado en el sistema educativo mexicano por el fortalecimiento y
énfasis del sector primario y el rescate de procesos centenarios que se han
utilizado en otras culturas.
Actualmente su modelo educativo converge y
sustenta su modelo de aprendizaje en la planeación educativa nacional e
internacional, referente a la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (CEPAL) y Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE).
Para 1941 se realizaron cambios importantes
con relación a la política de admisión de la Escuela, pues para ingresar a la
misma, se exige como requisito la culminación de los estudios a nivel
secundaria; de esta forma, se estableció la Preparatoria Agrícola de tres años
y la Especialidad de cuatro años.
El 30 de diciembre de 1974, apareció en el
Diario Oficial de la Federación, la promulgación de la “Ley que crea la
Universidad Autónoma Chapingo”. El proceso de transformación de escuela a
universidad culminó en 1978, con la formulación del Estatuto de la Universidad
Autónoma Chapingo; a partir de entonces todas las actividades y planteamientos
políticos, inherentes a la institución, se rigen a través de dicho Estatuto (UACh, 2020).
Desde su creación, la universidad ha
experimentado un proceso de expansión en cuanto a las diferentes orientaciones
de la agronomía, tanto a nivel licenciatura como en posgrado, lo que ha llevado
a la creación de una amplia oferta de programas académicos. En 2021, la UACh cuenta con educación media superior a partir de los
programas de preparatoria agrícola y propedéutico, así como; 21 ingenierías, 6
licenciaturas, 14 maestrías y 12 doctorados; posicionándola como una
Universidad referente a nivel nacional en materia de
sostenibilidad y sustentabilidad, desde una visión de bien común dadas
ciertas especificaciones.
Básicamente, se fundamenta en los principios
del sector primario para sus enseñanzas, implicando un modelo acorde a la
política nacional y al recurso federal y estatal que recibe en sus centros;
pero también basado en la concepción de sostenibilidad, cuidado del medio
ambiente y recuperación de los saberes.
Referente a temas presupuestales, la fuente
principal de recursos proviene del gobierno a través de las secretarías de
Estado como Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación (SAGARPA), la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), la
Coordinadora Nacional de Fundaciones Produce (COFUPRO), el Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología (CONACYT) recursos que se obtienen a través de proyectos
externos para financiar las actividades de investigación (UPOM, 2020).
La segunda fuente de financiamiento proviene
de los recursos de la universidad para el desarrollo de la investigación, pero
también se han buscado alternativas con el CONACYT y con los gobiernos de los
estados, y la tercera fuente de ingreso en un porcentaje muy bajo es con el
sector privado.
En general, la Universidad de Chapingo
comenzó su historia como IES en formato militarizado, siempre fundado bajo la
premisa de salvaguardar la tierra y las prácticas ancestrales; sin embargo, ha
modificado su dinámica militarizada por estructuras de democracia participativa
y relaciones horizontales, sin dejar de lado su componente institucional y de
conjunción con el Gobierno.
Principales
resultados respecto de las metodologías aplicadas
Derivado del enfoque del desarrollo
sostenible y las cuatro dimensiones del bien común, se analiza la incorporación
de estos aspectos para la Universidad de Chapingo desde su creación hasta la
dinámica actual donde converge como una Institución de Educación Superior (IES)
que recibe recursos gubernamentales, se encuentra institucionalizada desde las
prácticas que rigen a instituciones públicas, sin embargo, operativamente
funcionan con esquemas horizontales.
Aplicando las dos teorías y metodologías, se
identifican las principales características de convergencia y relación que se
aplican en una Institución de Educación Superior (IES) desde la teoría del bien
común y la metodología del enfoque de desarrollo sostenible.
Cabe mencionar que estas convergencias no son
limitativas ni generalizadas para todas las IES, pero si dan un panorama sobre
las implicaciones de aplicar metodologías alternativas a los modelos de
aprendizaje y aplicación de políticas públicas, permitiendo visualizar nuevas
estrategias de participación e involucramiento de los actores al interior de
las IES.
Figura 2. Resultados del análisis de la
metodología
Fuente: Elaboración propia
En relación al enfoque de economía se habla
de la concepción de la desmercantilización de las
cosas y los bienes derivado de que se trabajo no en
favor del capital sino de las necesidades de la sociedad y lo que se decida en
el colectivo. Como se menciona en la metodología del enfoque de desarrollo
sostenible la idea radica en poner en el centro de la toma de decisiones al ser
humano y su entorno, es decir, la naturaleza.
Dentro de la docencia e investigación las
tutorías se consideran importantes en el proceso del alumno dado que consideran
la dimensión humanista y se identifican las necesidades básicas de cada alumno
en su proceso de formación; es decir, como en el aprendizaje influyen múltiples
factores como los cognitivos, motivacionales y sus relaciones, es importante
fortalecer el compromiso del estudiante por aprender y aplicar lo que aprende
en la sociedad (Cardozo, 2008).
Por ello, se fortalecen estrategias de auto
eficiencia, aprovechamiento del tiempo y elaboración de tutorías por propios
alumnos de la institución de grados mayores para crear una relación de empatía,
un compromiso y sentido de pertenencia con la institución, y disminuir los
niveles de deserción en la institución. Este modelo de aprendizaje y
acompañamiento no solo se enfoca en el programa educativo sino en el
conocimiento de sus hábitos de estudio, características y necesidades con el
fin de detectar y solucionar deficiencias en lo individual, colectivo e
institucional.
El enfoque sociopolítico enfoca los esfuerzos
sobre las metodologías implementadas para los procesos de aprendizaje, así como
el tipo de relaciones que se establecen para la toma de decisiones y la puesta
en marcha de actividades que contribuyan a mejorar la calidad de vida de la
comunidad en su conjunto.
De acuerdo a su modelo en enseñanza, utiliza
los tres pilares de la universidad: docencia, investigación y vinculación; pero
enfoca sus herramientas y acciones hacia el sentido de praxis y práctica
durante toda la carrera y proceso de aprendizaje. Con ello, la UACh va en contra de los postulados que se orientan a la
mercantilización y privatización de la educación superior por lo que ofrece
servicios asistenciales en sus instalaciones (hospedaje y alimentación) para
completar una experiencia completa sobre la educación y el aprendizaje en la
comunidad (Noriero, Ruiz y Alejo, 2019).
De acuerdo a Martínez (2006) la UACh también se caracteriza por ocupar un modelo de
investigación aplicada, es decir la tendencia de producción del conocimiento se
realiza en la práctica vinculado a organizaciones de grupos transdisciplinarios
y a nuevas formas de colaboración con el otro como el trabajo en equipo, la
difusión y la comunicación.
Es decir, el aprendizaje tiene dos
vertientes, dentro del aula la parte técnica que apunta a las metodologías
tradicionales y que van a acorde a los modelos educativos actuales mexicanos,
pero también fuera del aula desde la práctica y la recuperación de los saberes
tradicionales para el rescate de la agricultura, desde el concepto de la soberanía
alimentaria; que aunque sus estudios y planes son enfocados, tienen
interrelación directamente con la preservación de la vida y la naturaleza.
Para Perrenoud
(2004), el modelo de aprendizaje de la universidad en comparación con otras
instituciones educativas de nivel superior radica en que la educación se liga
al aprendizaje dentro y fuera del aula, y no a las habilidades efectivas para
el mercado y la reproducción del capitalismo; por ello, articula diez
características de la universidad con el modelo de praxis y práctica como es la
UACh:
1.
Organizar
y animar situaciones de aprendizaje;
2.
Gestionar
la progresión de los aprendizajes;
3.
Elaborar
y hacer evolucionar los dispositivos de diferenciación;
4.
Implicar
a los alumnos en sus aprendizajes y trabajo;
5.
Trabajar
en equipo;
6.
Participar
en la gestión de la escuela;
7.
Informar
e implicar a los padres;
8.
Utilizar
las nuevas tecnologías;
9.
Afrontar
los deberes y dilemas éticos de la profesión;
10.
Organizar
la propia formación continua.
El enfoque de praxis lo retoman de DancoGirlik (1975 citado en Dellor,
1996) donde menciona que es un proceso omnicomprensivo, una teoría que
comprende la práctica y una práctica que comprende la teoría; por ello es
importante que en la UACh cuenten con internado y que
las prácticas sea el principal reto de los alumnos; el poder contar con
educación media superior ligada a la educación superior no solo apunta a una
orientación y habilidades con mayor especialización, sino también de vocación
por el campo, por la cultura y por las comunidades rurales.
Las investigaciones se basan en la
responsabilidad a ciertos sectores de la sociedad, se define un contexto de
aplicación y un contexto de implicación; es decir, como la mayoría de los
estudiantes vienen de comunidades con un nivel de marginación medio o alto, la
resolución de problemáticas se aplica en su propia experiencia y contexto, lo
que permite atender a productores, comunidades y ejidatarios.
Continuando con el enfoque ambiental, tiene
sus bases normativas e instrumentales, el Artículo Tercero de la Ley Orgánica
de la Universidad Autónoma de Chapingo menciona que su principal objetivo es
contribuir a los problemas del medio rural elevando la productividad, ingresos
y el nivel de vida de los campesinos y otros trabajadores del campo; con ello,
realizan una segmentación sobre las actividades enfocadas para el entorno
urbano y otras al entorno rural; contextualizando las prácticas desde los
estudiantes que por sí mismos definen la interculturalidad.
Se menciona que esté ligado a los organismos
internacionales dado que el modelo educativo es el único a nivel nacional que
representa la oportunidad de subir el derecho a la educación con prioridad en
situación vulnerables (comunidades rurales e indígenas), por medio de servicios
asistenciales que mejoran otros derechos sociales como acceso a servicios de
salud, seguridad social, alimentación, calidad y espacios de la vivienda, y
acceso a servicios básicos de la vivienda. Así mismo la UACh
vincula sus programas a la Agenda 2030 en sus áreas de proyectos de
investigación prioritarios, el enfoque de derechos humanos y las alianzas
interinstitucionales para llevar a cabo sus actividades.
Como es un modelo que converge con la
política nacional educativa se exige respecto a las leyes y las instituciones
públicas ya que se consideran justas e imparciales; sin embargo, en algunos
casos los estudiantes han salido a defender el derecho a la educación pública,
la procuración del campo mexicano y los modelos de enseñanza basados en la
práctica; como ha sucedido con los movimientos estudiantiles a nivel nacional.
Desde la parte instrumental, convergen las
ideologías de la sostenibilidad y la sustentabilidad desde el enfoque de la
soberanía alimentaria y la creación de instrumentos desde la agricultura para
salvaguardar las prácticas que no erosionan la tierra sino la reutilizan. También,
se reconoce el conocimiento de las sociedades indígenas sobre la ecología y la
generación de sistemas cognitivos sobre sus recursos naturales; por lo que se
preservan dichas prácticas en la institución, como en el caso de las chinampas
(Gómez, y Gómez, 2006).
En general la organización política funciona
como cualquier institución de educación superior autónoma, a través de un
Consejo Universitario de representación por votación abierta y elección
popular; las decisiones se toman en consenso y por mayoría de votos, y cuando
no se está de acuerdo sobre el tipo de representación que se tiene del grupo
los estudiantes pueden elegir cambiar a sus representantes (dependiendo la
anomalía) y se replica esta dinámica en jefes de departamento, académicos y
hasta el rector; como se menciona en sus estatus.
Por último, el enfoque cultural habla desde
la incorporación de grupos vulnerables, el rescate de los saberes y las
tradiciones, así como el fortalecimiento de la identidad. Al ser una
institución de educación superior de carácter nacional se dé prioridad de
ingreso a los 62 grupos étnicos del país en las 23 licenciaturas ligadas al
sector primario dentro de la cual se imparte una educación crítica,
democrática, nacionalista y humanista; capaz de construir a la solución de
problemas del medio rural; exclusivamente. Actualmente la universidad cuanta
con 10,550 alumnos en el periodo escolar de 2019-2020, de los cuáles 24 por
ciento son estudiantes indígenas que hablan 63 lenguas originarias del país;
principalmente Náhuat, Zapoteco y Mixteco en sus 12
sedes a nivel nacional (UPOM, 2020).
Melisa Segura y Eugenia Chávez (2016)
realizan una investigación sobre la perspectiva estudiante de los alumnos de
pueblos originarios o indígenas donde rescatan la identidad cultural que tienen
los estudiantes incluso antes de su ingreso por pertenecer a comunidades
originarias que han sabido preservar la cultura y la identidad de cada región,
Es decir, sin dejar de reconocer las acciones
de "discriminación positiva" que se impulsaron para apoyar la
educación superior indígena con la creación de universidades interculturales y
programas compensatorios para la preparación de estos jóvenes (Didou y Remedi, 2006), hay
instituciones -como la Universidad de Chapingo- cuyos programas y planes de
estudio están dirigidos a crear profesionales de nivel superior bajo los
paradigmas del conocimiento dominante, independientemente del origen social o
étnico de los estudiantes, quienes deben adecuarse y responder conforme a los
estándares institucionales.
Piña-Osorio (2008) menciona que en la UACh se da una construcción de noción de ciudadanía en
cuatro fases:
1)
Civil
por el
derecho de igualdad ante la ley de acceder a una educación superior que atienda
las necesidades de la comunidad,
2)
Político por la libertad de
asociación, organización y elección que se fundamenta en la representación de
la cultura política-democrática del consejo universitario;
3)
Socioeconómico porque se busca mejorar las
condiciones para una vida digna no solo del individuo sino del colectivo, por
eso se recuperan los saberes de las culturas y las comunidades; y
4)
Cultural por la diversidad al
respecto en todas sus formas y expresiones.
Noriero y Victoriano (2019)
indican que la diferencia de la UACh con las demás
universidades autónomas públicas radica en su compromiso con el contexto rural
mexicano en un contexto de transformaciones geopolíticas donde se intenta
reivindicar lo local y regional desde la transformación social y productiva; es
decir, en otras instituciones públicas los modelos de enseñanza no están
especializados y dotan a la sociedad de una oferta educativa multidisciplinaria
pero si un enfoque claro de coacción en la comunidad, lo que termina ofreciendo
mano de obra al servicio del mercado.
En síntesis, el modelo de la UACh se centra en lo agronómico lo que pone en el centro
del debate al sujeto y no al mercado, fortaleciendo la transición demográfica,
el vínculo del campo-ciudad, el reconocimiento de los saberes locales la
salvaguarda de los recursos naturales y las políticas democráticas y éticas;
que han permitido seguir preservando su recursos federal por su alineación con
la política nacional, pero también han fortalecido el desarrollo del
conocimiento del sector primario con la cultura y las tradiciones como un
presenta de la vida cotidiana que permite la producción y reproducción social,
un sentido de pertenencia como comunidad académica que apuesta por las
transformaciones de la sociedad desde el sector primario.
Retos de aplicación en instituciones de
educación superior públicas
Christian Muñoz e Iván Moreno (2019) menciona
que la educación superior enfrenta tres desafíos críticos si desea marcar una
diferencia en la administración actual:
·
La
calidad educativa deberá ser tratada como una responsabilidad compartida entre
las instituciones de educación superior, los gobiernos y las agencias de
regulación ya que permitirá elevar las exigencias, endurecer las condiciones de
permanencia y superar la fragmentación;
·
Quitar
la visión economicista y verificar las causas de la deserción escolar
·
Fortalecer
los esquemas de gobernanza desde los canales de participación abiertos para la
toma de decisiones.
El problema persiste, en que las reformas
educativas, aunque se plantea un enfoque regulador del Gobierno no se modifican
los objetivos del propio Estado; es decir, se ha dejado de lado el proyecto
nacionalista bajo el cual fue creado el sistema educativo donde se reivindica
la educación como parte del patrimonio social y como derecho de las clases
mayoristas para incentivar el bienestar local (Aboties,
2003); sin embargo, en la práctica no funcionan como se menciona dado que no se
fomentan las relaciones entre actores, la toma de decisiones en lo colectivo y
la transmisión del conocimiento desde toda acción.
Los principales beneficios del modelo para
los actores y el propio sistema educativo son:
•
Generar
una conciencia crítica y constructiva sobre el entorno y la sociedad en general
entendiendo la importancia de pone en el centro de la
toma de decisiones a la persona y a la naturaleza.
•
Aprender
a verse por sí mismo como transformadores y no como parte del mercado laboral
para permitir formar sujetos sociales de transformación, como lo dictamina el
bien común.
•
Enriquecer
lo que se aprende desde los saberes y prácticas de la sociedad, es decir,
entender la historia de los sujetos, sus tradiciones y costumbres coadyuva a
formar sentido de pertenencia y comunidad; así como rescatar las prácticas que
han sabido persistir en el tiempo y salvaguardar el entorno.
•
Generar
y ejecutar una conciencia ambiental donde los sujetos son responsables del
medio ambiente y su preservación.
•
Rescatar
los espacios educativos tradicionales desde la familia, la asamblea la
celebración y el trabajo.
•
Permite
ejecutar niveles educativos que tienen que ver con la adquisición de
habilidades y conocimientos y no con la edad de los sujetos, o en su defecto,
con un cumplimiento por rangos.
•
Ligar
los conocimientos generales de enseñanza en los modelos tradicionales a las
cuestiones prácticas de los diferentes aprendizajes dado que solo es un modelo
de aplicación al sistema en su totalidad, las curriculas
y los métodos de enseñanza se consensa en el colectivo.
•
Crear
ejercicios de corresponsabilidad desde el modelo dado que no sólo se trata de
las enseñanzas en el aula sino dentro de todo el espacio de interacción y
formar transformadores sociales, como el principal reto de la educación
superior
Aunque el modelo de bien común se ha aplicado
en comunidades rurales, en las cuáles no se ha obtenido el reconocimiento del
gobierno, a través de la Secretaria de Educación Pública (SEP), se ha tenido
éxito porque dignifica y revaloriza a la comunidad, sin embargo, no han pasado
de ser una propuesta alterna al sistema, pero no desde la educación, sino desde
el modelo.
Así, la educación superior, no se considera
como una alternativa de estudio o preparación para los jóvenes dado que no se
liga al entorno y su condición como transformador social, sino se piensa como
un sujeto que saldrá fuera de su sistema para incorporar solo al mercado
laboral.
CONCLUSIONES
Existe un problema de fondo y de forma al
visualizar los problemas de manera lineal y no compleja, al pensar que la
educación puede ser la salida para incentivar el desarrollo, pero también al
justificar las acciones del Estado como un mecanismo de solvencia en el largo
plazo y políticas en favor de la sociedad cuando se están atendiendo los
intereses del mercado y el sistema capitalista.
La concepción de la privatización de los
servicios, aunado a la mercantilización de la educación, el entorno y el
desgaste del medio ambiente; incentiva a pensar nuevos esquemas de
aprendizaje-enseñanza que sean impulsado desde prácticas internacionales, tal
es el caso del modelo de enfoque de desarrollo sostenible que vincula
instrumentos para salvaguardar el entorno y los bienes básicos de las personas;
teniendo coherencia con la Teoría del Bien Común donde se pone en el centro de
la toma de decisiones al ser humano y su entorno pensando nuevas relaciones y
esquemas que enfocados a la educación, se vuelven parámetros para el modelo de
enseñanza alternativo.
Si los tres mecanismos que influyen en el
sistema son capaces de interrelacionarse y conformar una sola visión y misión
del sistema y el modelo educativo se podrán plantear políticas públicas inter e
intrainstitucionales, generacionales y con
cumplimiento de la función del gobierno, la prevención del servicio a nivel
integral teniendo el ejemplo de la UACh como modelo
educativo de construcción de sujetos sociales con modelos de enseñanza que
transiten hacia dicho enfoque a través del reconocimiento no solamente del
enfoque de desarrollo sostenible sino también del bien común.
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