ISSN: 2710 - 0936 | ISSN-L: 2710 – 0936
Alternancia – Revista de Educación e Investigación
Vol. 5. No. 8 |
Enero - junio 2023 | Páginas 52 – 64
Frecuencia de trastorno específico de la pronunciación
según edad y sexo en niños evaluados en un centro de terapia física y
rehabilitación del distrito de Villa el Salvador, Lima, Perú
Frequency of specific pronunciation disorder according to age and sex in
children evaluated in a physical therapy and rehabilitation center in the
district of Villa el Salvador, Lima, Peru
Alberto Guevara Tirado
albertoguevara1986@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-7536-7884
Universidad Norbert
Wiener, Facultad de obstetricia, Lima, Perú
Marisol Mendoza Merino
solmar_118@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0001-8863-4582
Universidad Nacional de educación
Enrique Guzmán y Valle, Facultad de educación, Lima, Perú
Recibido: agosto de 2022 / Arbitrado:
agosto 2022 / Aceptado: octubre 2022 / Publicado en enero 2023
RESUMEN
El
objetivo de esta investigación fue determinar la frecuencia por edad y sexo del
trastorno específico de la pronunciación en niños que acuden a terapia de
lenguaje. Fue un estudio observacional, descriptivo y transversal basado en la
recopilación de información concerniente al diagnóstico CIE-10 código F80.0 de158
pacientes con edades entre 1 a 11 años atendidos en un centro médico de terapia
física y rehabilitación del distrito de Villa el Salvador. Se halló una alta
frecuencia de asistencia a terapias de lenguaje en el sexo masculino (78.49%)
respecto al sexo femenino (21.51%), el grupo etario más frecuente fueron pre-escolares,
la asistencia fue similar en el grupo en edad escolar. En conclusión, la
frecuencia de trastornos específicos de la pronunciación, atendidos en un
centro de terapia física y rehabilitación, es mayor en niños que en niñas en
etapa pre-escolar.
Palabras clave: Salud mental; trastornos
de la conducta infantil; estudios observacionales
ABSTRACT
The objective of this
research was to determine the frequency by age and sex of the specific pronunciation
disorder in children who attend speech therapy. It was an observational,
descriptive and cross-sectional study based on the collection of information concerning
the ICD-10 code F80.0 diagnosis of 158 patients aged 1 to 11 years treated at a
physical therapy and rehabilitation medical center in the district of Villa el Salvador. A high frequency of assistance to language therapy
was found in males (78.49%) compared to females (21.51%), the most frequent age
group was pre-school, attendance was similar in the school-age group. In
conclusion, the frequency of specific pronunciation disorder treated in a
physical therapy and rehabilitation center is higher in boys than in girls in
the pre-school stage.
Keywords: Mental health; child
behavior disorders; observational study
INTRODUCCION
El lenguaje es un sistema de comunicación
estructurado que permite la comunicación entre individuos de una misma especie
(Santana, 2016). En el ser humano se ha desarrollado un sistema simbólico de
alta complejidad basado en sonidos y elementos gráficos y escritos (Grouchy, 2016); la gramática es la estructura
del lenguaje y el principal modo de comunicarse es a través del idioma el cual
se transmite por medio del habla (Pagel, 2017). La conducta lingüística, sin
embargo, no es instintiva, sino que es adquirida al estar en contacto e
interrelacionarse con otras personas sobre todo durante la infancia (Chow, 2018), sin embargo, la naturaleza del lenguaje humano
es genética (Zhang, 2020), ya que la capacidad de desarrollar el lenguaje es
innata. Una de las consecuencias del uso del lenguaje es que permite expresar
emociones y pensamientos, así como fomentar el desarrollo cognitivo (Goldin, 2014).
La comunicación emocional representa el
comienzo del desarrollo de la pronunciación en niños (De Stefany,
2019), siendo muy importante para mejorar el lenguaje oral, por lo cual el
adulto debe indicar un modelo adecuado del habla, buscar y realizar
procedimientos que garanticen una buena pronunciación que eviten el desarrollo
de errores de pronunciación (Murni, 2018). Esto toma
mayor importancia especialmente a partir del sexto mes de vida ya que es cuando
empieza a desarrollarse la comprensión de las palabras a partir de la
comunicación verbal por parte del adulto (Prelock,
2008), y las consiguientes respuestas por parte de los niños a través del
lenguaje gestual, mímicas, sonidos y gestos, importantes en la producción
temprana del lenguaje (Ramos, 2019).
Los trastornos del lenguaje son problemas de
la expresión verbal infantil aun poco comprendidos, sub-diagnosticados e
incluso no diagnosticados (Grimm, 2014). Entre los problemas de diagnóstico más
frecuentes se encuentra la confusión entre problemas de lenguaje con problemas
del habla (Sunderajan, 2019), asimismo, existen ideas
preconcebidas de atribuir los déficits del lenguaje al poco esfuerzo o
parsimonia por parte de los niños (McGregor, 2020). El
trastorno especifico de la pronunciación (CIE-10 número F80.0) es, junto a los
trastornos de la expresión del lenguaje (F80.1) y los trastornos de la
comprensión del lenguaje (F80.2) (Freitag, 2021), los
trastornos del lenguaje más frecuentes (Lindsay, 2016), se caracteriza por la
omisión o inadecuada pronunciación de fonemas, estando esta situación no acorde
a su edad mental; el resto de funciones lingüísticas están conservadas (Namasivayan, 2019). Deben cumplirse criterios como una
gravedad sintomatológica importante, inteligencia no verbal, lenguaje expresivo
y receptivo normales, ausencia de trastornos sensoriales u orgánicos que
pudieran desencadenar esta alteración (Dodd, 2014).
La edad es un factor importante para la recuperación ya que mientras más
temprano se desarrollen las terapias de lenguaje mejor será el pronóstico (Sices, 2007). Otro factor importante es el número de
fonemas comprometidos; se observa que cuando son pocos fonemas comprometidos el
pronóstico es mejor (Dudy, 2015).
Los trastornos de la pronunciación, al igual
que otros trastornos del lenguaje, representan un desafío para los docentes y
pedagogos ya que afectan a las técnicas y elementos de enseñanza, dificultando
el desarrollo adecuado de la didáctica sobre los procesos de aprendizaje de los
niños afectados con estos trastornos; muchas veces el docente no está
adecuadamente preparado para tratar e interactuar en estos casos, posiblemente
debido a una formación deficiente en estos aspectos, ocasionando en algunos
casos que el docente se enfoque solo en las características del trastorno y no
en el niño desde un puntos de vista integral. Una ausencia de identificación
correcta del trastorno de la pronunciación por parte del docente causara un
retraso en la búsqueda de terapias y tratamientos multidisciplinario orientados
a mejorar las capacidades del pre-escolar. Esto traerá como consecuencia un
rendimiento asimétrico en las capacidades desarrolladas por los pre-escolares
quienes serán más propensos a la frustración, problemas de atención y
percepción, trastornos de adaptación social, entre otros. Por ello, una vez
identificado el problema, el docente debe utilizar los recursos didácticos
adecuados que mejoren el curso del desarrollo del lenguaje en pre-escolares los
cuales, a su vez, generaran mayor autonomía y seguridad emocional.
En estos trastornos algunos fonemas no son
producidos o usados de forma adecuada; en niños se suele usar la denominación
“desarrollo fonológico prolongado” el cual enfatiza el desarrollo continuo y
prolongado de las dificultades fonéticas en este grupo etario; se pueden
dividir en dos tipos: trastornos fonéticos y trastornos fonémicas
o fonológicos. Los trastornos fonéticos se producen por la incapacidad de
producir físicamente los fonemas, puede haber alteraciones como distorsiones,
omisiones, adiciones y sustituciones; el tratamiento suele consistir en enseñar
al niño a reproducir el sonido adecuadamente y de forma continua para que con
la práctica cotidiana pueda reproducir el sonido de forma natural. Un error
común es confundir los trastornos de la pronunciación con los trastornos
motores del habla como la disartria en la cual existe una real inhibición de la
musculatura del habla o con la dispraxia verbal del
desarrollo, donde los niños presentan dificultad en la pronunciación de
palabras, sonidos y silabas y en la cual no hay compromiso en los músculos del
habla, pero si hay compromiso neurológico en las áreas de planificación del
movimiento de los músculos del habla; la lista de alteraciones fonémicas se encuentra el deltacismo,
gamacismo, hitismo,
iotacismo, kapacismo, sigmatismo,
tetracismo, lambdacismo, rotacismo en función de las
dificultades para la pronunciación de determinadas letras del abecedario.
Los trastornos fonémicos
o fonológicos se caracterizan porque los niños presentan dificultades para el
aprendizaje de los sonidos del idioma y en la incapacidad de reconocimiento y
asociación con el significado de los mismos, lo que conlleva dificultad de
interpretación de la homofonía de ciertas palabras (la homofonía son palabras
de misma pronunciación, pero de diferente significado). En esta alteración, los
problemas de sustitución suelen ser más comunes que en los trastornos
fonéticos. Uno de los tratamientos usados con mayor frecuencia por los
educadores son mediante los “pares mínimos” ósea, el uso de dos palabras que
difieren en el sonido para que el niño reconozca sus diferencias, así como sus
efectos en la comunicación. En muchas casos los niños pueden diferenciar los
fonemas emitidos por otras personas, pero no son conscientes de que cuando
ellos mismos emiten los mismos fonemas, estos suenan igual; si bien los
trastornos fonémicas se consideran parte de los
trastornos del lenguaje debido al inherente componente oral, también se
consideran trastornos del sonido ya que los errores se relacionan con los
fonemas; esto lo permite diferenciar del trastorno especifico del lenguaje ya
que este es un problema referente a la sintaxis (gramática) y al uso intrínseco
del lenguaje en lugar de un compromiso del sonido emitido, aun así, ambos
trastornos pueden coexistir en un mismo paciente.
Asimismo, no es infrecuente la presencia de
errores fonéticos y fonémicas en un mismo paciente,
problema conocido como trastorno mixto de los sonidos del habla. En estos casos
el docente y el terapeuta tienen como prioridad atender el componente fonológico,
sin descuidar la terapia de articulación ya que, si el niño no sabe cómo
producir el sonido, de poco le servirá aprender a usarlo correctamente. Aun así,
y considerando que la mayor parte de los trastornos de la pronunciación son
tratados con éxito en la infancia, y que en algunos casos son superados con
poca o ninguna ayuda terapéutica complementaria, pueden persistir algunos
errores durante la edad adulta, también denominados “errores residuales” los
cuales pueden permanecer de por vida.
Las formas de presentación de los trastornos
de la pronunciación se dividen en cuatro categorías: Omisiones, donde los
sonidos no son producidos y se eliminan silabas o clases de sonidos. Adiciones,
donde se agrega un sonido o grupos de sonidos a la palabra deseada.
Distorsiones, donde ocurre una modificación ligera de los sonidos cuyo objetivo
es el reconocimiento del sonido deseado. Sustituciones, donde uno o más sonidos
son reemplazados por otros. Estas categorías son difíciles de distinguir aun
para los docentes y especialistas y requieren una evaluación constante y
minuciosa; un observador casual sin formación previa puede confundir fácilmente
las palabras distorsionadas; asimismo los niños con casos severos son más
difíciles de entender, lo que complica aún más la identificación de la palabra
y letras mal pronunciadas. Por ello, hay tres niveles de clasificación cuyo
objetivo es determinar la magnitud y tipo de error; en función de los sonidos
que el niño está en la capacidad de emitir, los sonidos estimulables
y la no emisión de algún tipo de sonido. Sobre este último aspecto, hay que
considerar que la omisión no implica la imposibilidad de emitir el sonido
especifico ya que algunos sonidos que el niño no pueda emitir de forma aislada sí
podrían realizarse cuando se acompañan de otros sonidos determinados. Asimismo,
la magnitud del problema puede variar en función de la intensidad del sonido a
emitir.
Los trastornos de la pronunciación suelen producirse
sin una causa conocida y con menor frecuencia asociados a alguna patología orgánica.
Algunos niños tendrán una dificultad para aprender a emitir sonidos
correctamente o dificultades para aprender las reglas de los sonidos de habla
por su propia cuenta, en ese caso requerirán el apoyo de docentes y
especialistas ya que no siempre los suelen desarrollar por si mismos con el
paso del tiempo. Existen algunos trastornos y enfermedades que también cursan
con alteraciones en la pronunciación inherentemente ligados a su fisiopatología
como por ejemplo el autismo (un trastorno del neuro-desarrollo
que también cursa con alteraciones del comportamiento y socialización así como
conductas repetitivas), trastornos genéticos como el síndrome de Down (causado
mayormente por la trisomía del cromosoma 21, cursa con retraso del crecimiento
físico y mental así como alteraciones orgánicas características), las perdidas
auditivas (como las infecciones auditivas o tapones de cerumen), el paladar
hendido (una abertura del labio superior que se puede extender hasta la nariz),
trastornos neurológicos como la parálisis cerebral infantil, entre otros.
Respecto al diagnóstico, según los criterios
del DSM-5, se requiere una dificultad persistente en la producción de sonidos
desde etapas tempranas del desarrollo infantil, asimismo debe haber
dificultades para la comunicación adecuada, así como problemas tácitos en la
interacción social, así como en el rendimiento escolar. El diagnostico se
descarta si existe la presencia de algún defecto congénito u afecciones
adquiridas; también pueden haber dificultades para el diagnóstico diferencial
con el mutismo selectivo, el cual no es un trastorno de la pronunciación ni del
lenguaje, sino un trastorno de ansiedad donde el niño tiene las facultades de
hablar y expresarse de forma normal, pero que en presencia de algún factor
estresante o traumático, son incapaces de hablar, cursa con timidez y problemas
en la socialización. El tratamiento generalmente es prolongado, pero no dura
toda la vida y con la ayuda del docente y los terapeutas el problema mejora,
sin embargo, el pronóstico es más difícil en niños que también cursan con
trastornos del lenguaje ya que también implicara un trastorno del aprendizaje.
Rudolph (2017), en un
estudio epidemiológico cuyo objetivo fue encontrar los factores de riesgo para
trastornos del lenguaje, encontró, además del nivel educativo materno, la
puntuación de Apgar al momento de nacer así como el
orden de nacimiento, que otro factor de
riesgo importante fue pertenecer al sexo masculino, lo que podría atribuirse a
las características neurobiológicas y hormonales inherentes al desarrollo
temprano durante la etapa infantil, pudiendo atribuirse también a desigualdades
sociales, prejuicios y estereotipos que pudieran condicionar al infra-diagnostico
en el sexo femenino.
Andreu (2021) en un estudio sobre la
situación del trastorno del habla y lenguaje en los países hispanohablantes,
encontró que los principales factores de riesgo fueron los antecedentes
familiares, el nivel socioeconómico y ser del sexo masculino, hallando que la
mayor parte de pacientes fueron diagnosticados en etapa pre-escolar, resaltando
la poca presencia de grandes estudios epidemiológicos en países iberoamericanos.
También encontró que, además de la dificultades sociales y los factores de
riesgo previamente mencionados que la posibilidad de la coexistencia en Latinoamérica
de otras lenguas que conviven con el español pudieran influir en las
dificultades en niños y niñas ; sugiere homogeneizar criterios diagnósticos que
mejoren la concepción y manejo de estos problemas desde la etapa pre-escolar así
como una reflexión y punto de partida para la fijación de recomendaciones,
observaciones y criterios globales en países hispanohablantes por parte de
todos los profesionales a los que concierne este trastorno como los que trabajan
en el área de la logopedia, psicología, pedagogía, entre otros, así como a los
padres de familia.
Colcha (2019) en una investigación sobre la
prevalencia de retraso del desarrollo del lenguaje Comprensivo y expresivo en
niños de 1 a 3 años 11 meses, en centros de desarrollo Infantil de una
provincia de Ecuador, utilizando la escala de lenguaje pre-escolar, encontró
una mayor frecuencia de alteraciones del lenguaje expresivo, el cual fue de proporciones
similares tanto en niños como en niñas, no encontrando grandes diferencias en
la prevalencia de estos trastornos en ambos sexos. Asimismo, encontró que los
problemas del desarrollo del lenguaje afectaban con mayor frecuencia la parte
expresiva que la comprensiva, con mayor prevalencia de detección a la edad de 2
años. El autor considero que las prevalencias de estos problemas pudieron estar
asociados a la pobre estimulación lingüística
relacionada con el bajo nivel sociocultural de la zona donde se desarrolló la
investigación; sugiere la capacitación a los docentes y padres de familia para
que puedan percibir y detectar de forma más eficiente estos trastornos. También
sugiere la capacitación del personal docente y padres de familia en el manejo
de herramientas didácticas para el adecuado desarrollo del lenguaje a los niños
ene dad pre-escolar tanto en el aula como en el hogar.
McConkey (2021) en un estudio
longitudinal sobre los cambios en las dificultades del habla y el lenguaje de
los niños en Irlanda, señalo que la información de fuentes oficiales en muchos
países acerca de trastornos del habla y la pronunciación es escasa, observando
que posteriormente muchos niños desarrollaron otros problemas como trastornos
adaptativos y bajo rendimiento escolar; en otros casos, no hubo una adecuada
detección de estos problemas en la etapa pre-escolar al encontrar que hubo
niños que padecían problemas auditivos. Asimismo, hubo niños que solo tuvieron
contactos con los terapeutas menos de dos veces, sugiriendo una mayor
orientación a los padres, así como una mejor capacitación a los docentes en
materias como la detección, así como el manejo de herramientas didácticas y
sobretodo un mayor apoyo y atención a los niños desde la etapa pre-escolar.
Se ha observado diferencias en el aprendizaje
entre niñas y niños; estudios correspondientes al área de las neurociencias
mostraron que las áreas cerebrales relacionadas al habla en el sexo femenino
tienen mayor expresión del gen FOXP2 (una proteína del lenguaje) (Morgan, 2017),
por otro lado, el mayor desarrollo visuo-espacial en
varones se ha atribuido al efecto de la testosterona (Bull, 2010). En base a
los antecedentes respecto a las diferencias en la neurobiología del cerebro
infantil masculino y femenino y en las diferencias neuropsicológicas (Lemmers, 2019), así como la ausencia de estudios realizados
en nuestro países que se planteó como objetivo de esta investigación determinar
la frecuencia de atenciones con diagnóstico de trastornos de la pronunciación
en niños atendidos en un centro médico de terapia física y rehabilitación y así
determinar estadísticamente si, de forma similar a otros trastornos como el
autismo y síndrome de déficit de atención e hiperactividad, pudiera haber o no
una mayor frecuencia de pacientes masculinos que femeninos atendidos por este
trastorno o si la frecuencia es similar y estadísticamente poco significativa.
MÉTODO
Diseño y población de
estudio
Estudio observacional, descriptivo,
retrospectivo y de corte transversal realizado sobre pacientes que acudieron a
un policlínico de terapia física y rehabilitación entre los meses de junio de
2021 a julio de 2022. La población aproximada fue de 158 pacientes de entre 1 a
11 años. La muestra fue el total de la población objetivo. Los criterios de
inclusión fueron todos los pacientes que acudieron, fueron evaluados y
diagnosticados previamente por psicólogos con el diagnostico CIE10 código F80.0
de 1 a 11 años de edad, los criterios de exclusión fueron pacientes con
problemas relacionados con problemas de la pronunciación asociados al
diagnóstico de autismo, trastorno de déficit de atención e hiperactividad, así
como otros trastornos mentales u orgánicos (parálisis cerebral infantil,
epilepsia, etc.).
Variables y
mediciones
La variable cualitativa fue el sexo
(masculino y femenino) y la variable cuantitativa fue la edad, dividida en
grupos etarios en función de las etapas del desarrollo educativo infantil (Ramírez,
2014): infancia temprana (1 a 3 años), edad pre-escolar (4 a 7 años) y escolar
primaria (8 a 11 años). Respecto al procedimiento se coordinó con la dirección
del policlínico para la recopilación retrospectiva de datos referentes a la
edad, sexo y diagnostico encontrados en el HIS (sistema de información
hospitalaria) desde el mes de junio de 2021 a julio de 2022 Se reunió la información concerniente al
estudio y se colocó en una base de datos anónima en Excel 2016 para, una vez
culminado el periodo de tiempo planteado como meta de recolección, colocar
dicha información en el software estadístico para realizar el análisis y
procesamiento de datos.
Análisis estadístico
Los datos han sido procesados con el software
SPSS statistics 25 Para el análisis estadístico
descriptivo, las variables categóricas se describieron con el uso de
frecuencias absolutas y relativas. Las variables categóricas descritas fueron sexo
y edad.
Consideraciones
éticas
La investigación fue aprobada por la
dirección del policlínico, los datos de los pacientes fueron codificados en una
base de datos anónima, no comprendieron la identidad personal como nombres o
dirección ya que solo se registró información concerniente a datos
cuantificables del sistema HIS (sistema de información hospitalaria) por lo que
no se precisó de la firma de consentimiento informado. Solo el investigador
tuvo acceso a la información para asegurar la confidencialidad. El estudio
respeto las normas éticas de la declaración de Helsinki.
RESULTADOS
Se observó una mayor asistencia de pacientes
del sexo masculino (78.49%) respecto a pacientes de sexo femenino (21.52%).
Cabe resaltar que todos los pacientes se han contabilizado individualmente
evitándose la duplicación de datos (tabla 1).
Tabla 1. Pacientes que acudieron a terapia de lenguaje por trastorno especifico
de la pronunciación (F80.0) |
|||
|
Frecuencia |
Porcentaje |
|
Sexo del paciente |
Masculino |
124 |
78.49 |
Femenino |
34 |
21.51 |
|
Total |
158 |
100 |
Fuente: Elaboración propia
Hubo
una mayor asistencia a sesiones y evaluaciones de terapia de lenguaje en el
grupo que se encuentra en la etapa pre-escolar (67.50%) (Tabla 2)
Tabla 2. Pacientes que acudieron a terapia de lenguaje por trastorno especifico
de la pronunciación, según grupo etario |
|||
|
Frecuencia |
Porcentaje |
|
Grupo etario |
Infancia temprana |
23 |
14.30% |
Pre-escolar |
107 |
67.50% |
|
Escolar |
28 |
18.20% |
|
Total |
158 |
100 |
Fuente: Elaboración propia
Se encontró que la mayoría de pacientes del
sexo masculino que acudió a terapia perteneció a la etapa pre-escolar (67.74%)
de forma similar al sexo femenino (67.60%), encontrándose entre estas variables
significancia estadística con la prueba de chi-cuadrado
(p=0,003) (tabla 3).
Tabla 3. Tabla cruzada de pacientes que acudieron a terapia de lenguaje por
trastorno especifico de la pronunciación, según grupo etario y sexo |
||||||
|
|
|
|
Masculino |
Femenino |
Total |
F80.0 |
Grupo etario |
Infancia temprana |
N |
23 |
0 |
23 |
% |
18.54% |
0% |
14.30% |
|||
Pre-escolar |
N |
84 |
23 |
107 |
||
% |
67.74% |
67.60% |
67.50% |
|||
Escolar |
N |
17 |
11 |
28 |
||
% |
13.70% |
32.40% |
18.20% |
|||
Total |
N |
124 |
34 |
158 |
||
% |
100.00% |
100.00% |
100.00% |
Fuente: Elaboración propia
DISCUSIÓN
Se encontró una mayor frecuencia de
asistencia a terapias de lenguaje por trastornos de la pronunciación en
pacientes del sexo masculino que el femenino en todos los grupos etarios lo
cual concuerda con estudios que muestran que entre los 24 a 36 meses de edad la
aparición tardía del lenguaje es más común en niños que en niñas informándose
de proporciones de 3 a 1 (Norbury, 2016) similar a
los hallado en el presente estudio; diferentes investigaciones trataron de
explicar y contextualizar las razones de porque las niñas durante la infancia y
etapa pre-escolar tienen mejores capacidades verbales que los niños así como la
propensión de ellos hacia el desarrollo de trastornos del lenguaje respecto a
las niñas: estudios neurológicos sobre el desarrollo cerebral infantil por
medio de la resonancia magnética mostraron que las áreas cerebrales orientadas
al habla se desarrollan más tempranamente en niñas que en niños, junto a
estudios genéticos que mostraron una mayor expresión del gen FOXP2 en dichas
zonas del cerebro en niñas (Northwestern University, 2008). Estudios realizados desde el punto de
vista neuropsicológico mostraron ligeras ventajas en la comprensión de palabras
y una alta ventaja en la producción de palabras en las niñas sobre los niños (Eriksson, 2012). Asimismo, hay investigaciones que muestran
que las diferencias en la capacidad verbal se hacen más notorias en edades más
tempranas, sin embargo, el margen de diferencias disminuye conforme van
creciendo (Rice, 2015), algo que pudo apreciarse en los resultados de este
estudio donde hubo una cantidad similar de niños y niñas que acudieron a terapia
de lenguaje en edad escolar; esto va acorde a estudios que muestran que la
brecha verbal disminuye aproximadamente a partir de los 9 años.
Por otra parte, se debe considerar posibles
factores comportamentales como la conducta y carácter intrínseco en ambos
sexos: se ha sugerido que los padres llevan más a terapia de lenguaje a los
hijos que a las hijas probablemente porque los niños tienden a exteriorizar más
sus frustraciones mientras que las niñas pueden ser más retraídas en esas
circunstancias y viéndose esto en estudios donde se observó que muchos maestros
reportan con mayor frecuencia trastornos del lenguaje en niños que en niñas (Sunderland, 2020).
Las limitaciones del estudio han sido el tamaño
muestral, asimismo, el muestreo ha sido no
aleatorizado; fue un muestreo por conveniencia en función al orden de llegada
de los pacientes al servicio de terapia de lenguaje. Asimismo, pudieron haber
ocurridos sesgos donde el especialista pudiera haber cometido algún error
involuntario en el registro del trastorno en la historia clínica. Tampoco se
tuvo un contacto directo o conversación previa con los padres y pacientes
debido a que el estudio registro y recopilo los diagnósticos obtenidos de las
historias clínicas del centro de terapia física y rehabilitación, sin embargo
la certeza diagnostica del trastorno especifico de la pronunciación fue
relativamente alta debido a que una vez que se registró el primer ingreso, se
pudo observar que las siguientes terapias fueron realizadas de forma constante
ya que en la hoja HIS se pudo verificar un seguimiento del tratamiento y
terapias en numerosas sesiones realizadas durante los meses subsiguientes. Otra
limitación fue que el presente estudio solo se enfocó en el diagnóstico del
trastorno especifico de la pronunciación, pero debido a que este trastorno
suele coexistir con otros problemas del lenguaje e incluso problemas
socioemocionales, no se ha considerado y registrado su coexistencia por escapar
de los objetivos planteados en esta investigación, sin embargo no se descarta
que otros problemas y dificultades coexistan, se asocien, causen o sean
consecuencia del trastorno que ha sido objetivo de estudio en el presente
artículo.
En conclusión, la frecuencia de trastorno
especifico de la pronunciación atendidos en un centro de terapia física y rehabilitación
es mayor en niños que en niñas en etapa pre-escolar por lo que los resultados
obtenidos en este grupo de pacientes en nuestro país concuerdan con los
obtenidos en estudios realizados en países de primer y tercer mundo. Asimismo,
además de los conocidos factores biológicos y psicológicos conocidos por
estudios internacionales, es necesario evaluar los resultados en el contexto de
nuestra realidad sociocultural para considerar si los factores familiares,
educativos y psicosociales particulares a nuestra sociedad pudieran ser determinantes
en este tipo de trastorno del lenguaje infantil a nivel local y nacional.
REFERENCIAS
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Contribución del
autor: MMM se encargó de la supervisión, asesoría y revisión
del presente artículo de investigación.
Fuentes de
financiamiento: Este artículo ha sido financiado por los autores
Conflicto de
intereses: Los autores declaran no tener ningún conflicto de
intereses.