Alternancia – Revista de Educación
e Investigación
www.revistaalternancia.org
ISSN: 2710 - 0936 |
ISSN-L: 2710 – 0936
Vol. 4. No. 6 | Enero - junio 2022 |
Páginas 35 – 47
Origen
y evolución de la educación emocional
Origin and evolution
of emotional education
Yumary Machado Pérez
Yumary_85@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0002-3151-3226
UPEL-
Instituto Pedagógico de Caracas, Caracas-Venezuela
Artículo
recibido en octubre 2021, arbitrado en noviembre 2021, aceptado en diciembre 2021,
publicado en enero 2022
RESUMEN
En la actualidad la
educación emocional se ha convertido en uno de los grandes desafíos de la
escuela del siglo XXI, ya que esta debe educar a los estudiantes tanto en lo
académico como en lo emocional. La educación emocional tiene sus orígenes en
las diferentes teorías de inteligencia emocional. El presente artículo tiene
como objetivo sistematizar el origen y la evaluación de la educación emocional,
para ello se desarrolló una síntesis y análisis de diferentes teorías de
inteligencia emocional considerando los autores Salovey y Mayer, Bar-On, Goleman, Bisquerra y Fernández-Berrocal y Extremera. Lo
que permitió conocer la evolución y el estado actual de las teorías de
inteligencia emocional y su vinculación y aplicabilidad en el ámbito educativo.
Para ello se trabajó con la metodología de investigación documental siguiendo
el método hermenéutico.
Palabras clave: Educación emocional;
inteligencia emocional; emociones; educación
ABSTRACT
At present,
emotional education has become one of
the great challenges of the
21st century school, since it must
educate students both academically and emotionally. This has its origins in the different theories
of emotional intelligence. The present article aims to systematize
the origin and evaluation of emotional
education, for this a synthesis and analysis of different
theories of emotional intelligence was developed considering
the authors Salovey and
Mayer, Bar-On, Goleman, Bisquerra and
Fernández-Berrocal and Extremera. This allowed us to
know the evolution and current state of emotional
intelligence theories and their link and applicability in the educational field. For this,
we worked with the documentary
research methodology following the hermeneutical
method.
Key words: Emotional
education; emotional intelligence; emotions; education
INTRODUCCIÓN
Las emociones guían
todas las acciones humanas y están involucradas en todo lo que se hace. Desde
la década de los 80 del siglo XX se ha venido hablando, cada vez con mayor
énfasis sobre inteligencia emocional, educación emocional y la importancia de
desarrollar la emocionalidad. Sin embargo, la mayoría de los autores han
planteado teorías que abordan la inteligencia emocional lo ha hecho desde lo
autodidacta, es decir han explicado que puede hacer cada individuo para
desarrollar por sí mismo su inteligencia emocional, aunque también han surgido
autores como Bisquerra quien ha propuesto la educación emocional dentro del
sistema formal de educación y Fernández-Berrocal y Extremera quienes han
manifestado en diversos estudios la importancia de desarrollar contenidos y
actividades en las escuelas que propicien el desarrollo de competencias
emocionales y sociales en los estudiantes.
Cada uno de los autores
que se presentan en este artículo han aportado sus visiones en torno al
desarrollo de la inteligencia emocional y todos convergen que para
desarrollarla se debe iniciar por trabajar lo intrapersonal. Pero poco son los
autores que plantean la educación emocional desde el ámbito académico, por ello
este artículo tiene como propósito analizar el término educación emocional, su
origen y evolución
Para esto se estudiaron
las teorías de Salovey y Mayer (1990), Bar-On (1997),
Goleman (1995), educación emocional de Bisquerra (2000; 2005; 2010) y Fernández-Berrocal
y Extremera (2001; 2006), de manera de poder determinar cómo ha evolucionado
este concepto y su estado actual.
MÉTODO
La investigación se
estructuró de acuerdo a la metodología general de la investigación documental
orientada a la construcción teórica conceptual, donde el objetivo
fundamentales tuvo orientado a la reflexión y sistematización del
origen, evolución y estado actual de la educación emocional. Para lo que se
siguió el método hermenéutico entendido por Gadamer
(1984) como el modelo utilizado para comprender e interpretar la acción
humana y darle significado desde el propio objeto de estudio. Para ello se
realizó una revisión de diferentes teorías sobre los constructos de
inteligencia emocional y educación emocional con la intención de analizar la
postura de cada autor ante los temas mencionados.
Para cumplir con el
desarrollo de esta investigación se siguió la metodología de estudios
documentales planteada por Bravo, Méndez y Ramírez (1987) estructurada en las
siguientes fases: 1. Selección y análisis de la información y 2. Síntesis y
abstracción de la información recolectada para ello los autores proponen la
utilización de diversas técnicas de localización de la información lo que
permitió el empleo de diferentes procedimientos, tales como arqueo de las
fuentes y organización de la información. La revisión documental en este
estudio estuvo orientada al análisis y sistematización de la información
recolectada, para luego desarrollar el corpus teórico de esta investigación
donde se analizan los diferentes modelos de inteligencia emocional y su vinculación
o aplicabilidad en la educación emocional.
RESULTADOS
La educación emocional
tiene sus orígenes en los conceptos de inteligencia emocional, en la necesidad
que ha ido desarrollando la humanidad de medir, desarrollar y optimizar la
gestión emocional. Está orientada al desarrollo u optimización de las competencias
emocionales tanto intra como interpersonales.
Reflexionar sobre
educación emocional implica tener claro los conceptos de inteligencia
emocional, competencias emocionales y educación emocional el
primero hace referencia a la capacidad de gestionar o regular adecuadamente las
emociones, el segundo alude a los conocimientos, habilidades y actitudes para
expresar y regular de manera asertiva los fenómenos emocionales y el tercero se
entiende como el conjunto de actividades o acciones pedagógicas orientadas al
desarrollo u optimización de las competencias emocionales para mejorar la
inteligencia emocional.
Esta última tiene su
origen en la evolución histórica de las investigaciones sobre la inteligencia a
comienzos del siglo XX hasta el desarrollo de la teoría de inteligencias
múltiples en la década de los 80 y comienza a difundirse con el trabajo de
Salovey y Mayer (1990) que luego se divulga con mayor impacto gracias al best seller de Goleman (1995).
Sin embargo, según Bisquerra (2005) ya Bar-On en 1985
había utilizado la expresión EQ (Emotional Quotient) en su tesis doctoral y de acuerdo a lo explicado
por el mismo Bar-On, él acuño el término EQ en 1980
aunque no tuvo difusión hasta el año 1997 cuando publicó la primera versión del
The Emotional Quotient Inventory.
La gran divulgación del
concepto de inteligencia emocional inicia a partir de la segunda mitad de los
años noventa del siglo XX, se debe según Bisquerra (s/f) a una serie de
factores, tales como cambios conceptuales y de mentalidad en la sociedad actual
que ha conducido a una revolución en el pensamiento social o revolución
emocional que afecta a la psicología, la educación y la sociedad en general.
Desde los primeras investigaciones sobre inteligencia emocional hasta la
actualidad se ha observado un crecimiento favorable en cuanto a los estudios y
publicaciones relacionadas con las emociones en psicología, neurociencia, la
aplicación de la inteligencia emocional en el mundo organizacional a través de
cursos y libros y en la educación; la aplicación de programas académicos
orientados al desarrollo de la inteligencia emocional en el ámbito educativo a
través de la educación emocional, ha conducido a que la llamada revolución
emocional llegue cada vez con mayor fuerza a las prácticas pedagógicas.
El término educación
emocional según Sánchez, Montero y Fuentes (2019) aparece por primera vez en la
literatura psicopedagógica en1966 en la revista Journal
of Emotional Education, la cual fue publicada hasta 1973 por el
Instituto de Psicología Aplicada de Nueva York. Para este momento educación
emocional era concebida como la aplicación educativa de los principios de la
Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC), un tipo de psicoterapia de
orientación cognitivo-conductual desarrollada por el psicólogo estadounidense
Albert Ellis a mediados del siglo XIX. Según Ellis y Grieger
(1990) el TREC es una psicoterapia que parte del principio que los problemas
emocionales tienen su origen en tres fuentes: el pensamiento, lo emocional y lo
conductual y que se fundamenta en la afirmación de Epicteto: “Las personas no
se alteran por los hechos, sino por lo que piensan acerca de los hechos”, lo
que quiere decir que las alteraciones emocionales no son producto de ninguna
situación, son el resultado de las interpretaciones de cada situación, por lo
que tiene como objetivo que la persona cuestione sus creencias, que en la
mayoría de los casos son irracionales y las sustituya por creencias más
constructivas, es decir por ideas racionales.
Para Bisquerra (2014)
la expresión educación emocional aparece en este siglo, en sus revisiones
bibliográficas previas a 1997 no hay evidencia de que se usara. Sin embargo, el
autor agrega que no se puede pensar que salió de la nada con el cambio de
siglo, ya que hay numerosos antecedentes que se deben tener presente, porque
desde siempre han existido educadores que han considerado las emociones como
parte importante del desarrollo personal del estudiante y que de alguna forma
han hecho educación emocional, aunque no la hayan llamado de esta forma.
Dentro de estos
antecedentes de la educación emocional hay que considerar las teorías de
inteligencia emocional, que como ya hemos mencionado, esta práctica educativa
tiene su origen en los diferentes modelos de inteligencia emocional, los cuales
plantean distintas formas de desarrollar u optimizar la inteligencia emocional:
Modelo de Salovey y Mayer(1990)
Salovey y Mayer ambos
psicólogos norteamericanos, especialistas en psicología de la personalidad el
primero es profesor y rector de la Universidad de Yale y el segundo es profesor
de la Universidad de New Hampshire, se les atribuye la creación del término
inteligencia emocional, que posteriormente se popularizó con el trabajo de
Daniel Goleman. En este campo, este grupo de investigadores ha realizado un
gran esfuerzo en desarrollar una visión científica de este concepto. Además,
han tratado de ir resolviendo de manera sistemática las inevitables
interrogantes que surgen desde los distintos enfoques de investigación.
Para estos autores la
inteligencia emocional es definida como la habilidad de las personas para
percibir, expresar, comprender, razonar y regular las emociones propias y la de
los demás, está vinculada con el desarrollo personal de competencias
emocionales a partir de la reflexión de los propios estados anímicos, incluye
aspectos de manejo y gestión emocional con especial atención a las emociones
propias, su reflexión, comprensión y expresión.
Según este modelo el
desarrollo de la inteligencia emocional pasa por: 1.la percepción de las
emociones, definida como la capacidad de percibir nuestras propias emociones y
la de los demás; 2. Asimilación emocional que es la habilidad de sentir y
expresar las emociones. 3. La comprensión emocional entendida como la destreza
de saber apreciar los significados emocionales a través del tiempo. Y 4. la
reflexión emocional que no es más que la habilidad de estar abierto a las
emociones y sentimientos propios, la de los demás, de modularlos, comprenderlos
y estar siempre dispuesto al crecimiento personal.
El modelo de Salovey y
Mayer es bastante individualista y autodidacta, está orientado a profundizar en
el percepción, asimilación y comprensión de las emociones propias, parte de la
idea que cada individuo debe primero conocerse a sí mismo para luego estar bien
con los demás, también propone en la cuarta habilidad que se debe aprender a
modular y comprender las emociones de los demás, no hay mayor profundidad en el
desarrollo u optimización de la inteligencia interpersonal o competencia
sociales, esta habilidad hace referencia solo a la capacidad de gestionar las
emociones propias y la de los demás moderando las negativas y resaltando las
positivas. Es un modelo que no aborda la educación emocional desde el aula de
clase, pero es adaptable para el desarrollo de programas tanto para contextos
educativos como organizacionales.
Modelo de Bar-On (1997)
Uno de los primeros
autores que habla sobre inteligencia emocional y su desarrollo es el psicólogo
estadounidense Reuven Bar-On, conocido por sus
investigaciones en inteligencia emocional. Para este autor esta inteligencia
emocional comprende un conjunto de habilidades intra e inter personales no
cognitivas que influyen en el éxito y en la capacidad de adaptación al entorno.
Se le atribuye la creación del término EQ-i, el cual es un instrumento
utilizado para medir la interacción entre una persona y el entorno en el que se
desenvuelve. Según el autor la evaluación de la inteligencia emocional en un
individuo puede ayudar a establecer las capacidades y deficiencias en torno a
su manejo o gestión emocional. Lo que puede contribuir a mejorar las
capacidades emocionales optimizando el desempeño de la persona, su interacción
con los demás y su liderazgo.
El modelo de
inteligencia emocional de Bar-On plantea el uso del
inventario emocional, que comprende aspectos emocionales individuales y
sociales. Para el desarrollo de la inteligencia emocional según este autor el
individuo debe desarrollar cinco aspectos: 1. Lo intrapersonal que abarca la
autocomprensión emocional, asertividad, autoconcepto, autorrealización e
independencia; 2. Lo interpersonal que involucra la empatía, responsabilidad
social, relaciones interpersonales y el control de los impulsos; 3. Manejo del
estrés, referido a la tolerancia al estrés y el control de los impulsos. 4.
Adaptabilidad vinculado con las habilidades de resolución de problemas, toma de
decisiones, comprensión de la realidad y flexibilidad; y 5. Estado de ánimo que
alude a la capacidad de mantenerse optimista y feliz ante las diferentes
situaciones del medio. Es un modelo bastante completo, adaptable a programas de
educación emocional, trata aspectos tanto intra como interpersonal en búsqueda
del bienestar general, en el que el autor manifiesta la importancia del
desarrollo de competencias emocionales para afrontar efectivamente las
presiones y demandas del ambiente.
Modelo de Goleman
(1995)
Goleman es un
psicólogo, periodista y escritor estadounidense especialista en inteligencia
emocional. Para este autor este constructo teórico es entendido como la
capacidad de reconocer los sentimientos y emociones propias y la de los demás,
de motivarse y la habilidad de manejar adecuadamente las relaciones
interpersonales. Para Goleman la inteligencia emocional tiene dos variantes el
primero el desarrollo de competencias intrapersonales y la segunda las
competencias interpersonales, dando prioridad a la inteligencia intra, ya que
cada individuo debe conocerse y estar bien consigo mismo, para luego conocer y
entender a los demás.
Para Goleman (1995) el
desarrollo de la inteligencia emocional abarca cinco etapas, 1. El
autoconocimiento que no es más que el reconocimiento de las emociones propias
incluye el comprender qué detona cada emoción. 2. La gestión emocional
entendida como la capacidad de expresar las emociones y sentimientos de manera
asertiva; 3. La automotivación es asumida como la habilidad que tiene el ser
humano para automotivarse, está vinculada con la resiliencia; 4. La empatía es
la primera de las capacidades interpersonales está vinculada con la habilidad
de reconocer las emociones de los demás, de empatizar y de aceptarlas sin hacer
juicios de valor. Y la 5. Se refiere a las relaciones intrapersonales
propiamente dicha son las habilidades sociales que debe desarrollar y optimizar
cada individuo para mejorar la relación con los demás que le permitan
conducirse de manera asertiva en todos los ámbitos de la vida.
El modelo de Goleman es
bastante completo, toca el ámbito educativo de manera muy superficial al
plantear la alfabetización emocional como una visión de la tarea que debe
cumplir la escuela, convirtiéndose en un agente más concreto de la sociedad
para asegurarse que los estudiantes desarrollen habilidades emocionales
esenciales para la vida.
Modelo de educación
emocional de Bisquerra (2000, 2005 y 2010)
Bisquerra es Doctor en
Ciencias de la Educación, Catedrático de la Universidad de Barcelona
especialista en Psicología y Psicopedagogía. Para este autor la educación
emocional debe ser prioridad en los sistemas educativos, para garantizar un
desarrollo integral del individuo. Según Bisquerra (2005) “La educación
emocional tiene como objetivo el desarrollo de las competencias emocionales.
Incluye los aspectos psicopedagógicos de fundamentación, análisis de
necesidades, formulación de objetivos, diseño de programas, aplicación de
actividades, técnicas y estrategias metodológicas, evaluación de programas, etc” (p.172). En este sentido lo que el autor plantea es
que esta sea parte de los contenidos programáticos de cualquier nivel de modo
que el estudiante adquiera competencias emocionales a la par de su formación
académica.
Este modelo busca el
crecimiento individual del estudiante, lo que implica no solo el desarrollo
cognitivo, sino que considera lo social, lo emocional, lo moral y hasta lo
físico. Es una innovación educativa que responde a necesidades sociales no
abordadas en las actividades académicas tradicionales. El propósito de la
educación emocional según Bisquerra (2000) es el desarrollo de habilidades
emocionales, lo que implica diseñar programas fundamentados en teorías para
llevarlos a la práctica lo que requiere que las instituciones educativas
dispongan de docentes debidamente preparados y materiales curriculares
orientados hacia la educación emocional.
El modelo de educación
emocional de Bisquerra (2000) contempla cinco fases que conducen al desarrollo
de la inteligencia emocional del individuo: 1. Conciencia emocional definida
como la capacidad de tomar conciencia de las emociones propias; 2. Regulación
emocional es entendida como la habilidad de manejar las emociones; 3. Autonomía
emocional esta competencia abarca un conjunto de características y elementos
vinculados con la autogestión personal, tales como la autoestima, optimismo,
responsabilidad, actitud crítica y la disposición a buscar ayuda; 4
Competencias sociales se refiere a la capacidad de hacer y mantener buenas
relaciones sociales se vincula con la comunicación efectiva, respeto hacia los
demás, actitudes pro-sociales y asertividad ante los
problemas; y 5. Competencias para la vida y el bienestar es un conjunto de
habilidades vinculadas con la capacidad para adaptarse a diferentes situaciones
de forma responsable, apropiada, sana y equilibrada facilitando experiencias de
satisfacción y bienestar.
Es un modelo educativo
basado en los modelos previos y en fundamentos propios de la psicopedagogía.
Aunque plantea que sea aplicado en todos los niveles del sistema educativo, no
desarrolla una propuesta de educación emocional dirigida al profesorado como
principal promotor y ejecutor de este modelo.
Por lo que el mismo
Bisquerra (2005; 2010) plantea un modelo de educación emocional para el
profesorado con una metodología eminentemente práctica que tiene como propósito
favorecer el desarrollo en los docentes de las siguientes competencias emocionales:
1. Conciencia emocional que permite conocimiento de las emociones propias; 2.
Regulación de las emociones vinculada al manejo de las emociones; 3. Motivación
relacionada con la capacidad de automotivarse y motivar a los demás
estableciendo esta habilidad como uno de los principales retos de la educación
emocional; 4. Las habilidades socio-emocionales comprende un conjunto de
técnicas que tienen como propósito mejorar las relaciones interpersonales. Lo
que constituye un clima social favorable para el trabajo en grupo de manera
productiva y satisfactoria. 5. El bienestar subjetivo contempla un conjunto de
acciones que conducen al profesorado a la reflexión sobre el bienestar,
felicidad y sus vinculaciones. Y 6. Fluir asumido como una experiencia óptima que
complete los tópicos de bienestar, la intención es aprender a fluir con
flexibilidad en diferentes situaciones y contextos.
Bisquerra (2010) hace
referencia que para incluir en sistemas formales y no formales la educación
emocional el profesorado debe formarse en inteligencia emocional, para lo que
sugiere se siga el modelo presentado anteriormente, pero además hace un
despliegue de objetivos y contenidos que se debería considerar en esta
formación; estos, están orientados a que el profesorado conozca sus emociones,
la de los demás, gestione adecuadamente sus emociones, optimice su tolerancia,
aprenda herramientas que le permitan prevenir las emociones negativas y
favorecer las positivas, desarrolle capacidades de automotivación y actitud
positiva y aprenda a fluir. Una vez que el docente domine y aplique los
contenidos de educación en su propia vida podrá enseñarlos a sus estudios a
través del mismo modelo, para lo cual el autor sugiere que el este sea adaptado
a cada nivel donde será aplicado, con actividades eminentemente prácticas tales
como dinámicas de grupo, discusiones grupales, role playing,
dramatizaciones entre otras. Asimismo, el autor plantea que el profesorado debe
estar en constante actualización en cuanto a la educación emocional.
Modelo de Fernández-Berrocal
y Extremera (2001; 2006)
Fernández-Berrocal y
Extremera son catedráticos en psicología en la Universidad de Málaga-España,
especialistas y coautores de varios libros de inteligencia emocional. Según los
autores la inteligencia emocional se puede desarrollar y optimizar a partir de
la práctica de las habilidades emocionales. Estas habilidades pueden ser
medidas a través de los test de inteligencia emocional según Fernández-Berrocal
y Extremera (2006) estas fueron las herramientas utilizadas para evaluar las
habilidades emocionales y son hasta el momento las más empleada por psicólogos
y educadores en España y Latinoamérica, debido a su fácil aplicación y la
rapidez para obtener puntuaciones.
Fernández-Berrocal
y Extremera (2001) desarrollaron
un test de autoinforme de inteligencia emocional denominado TMMS-24, el cual es
una versión reducida de 24 ítems del instrumento original de TMMS de Salovey y
Mayer, el objetivo de este cuestionario es evaluar aspectos intrapersonales que
permitan atender, comprender y reparar los propios estados emocionales en el
cual se evalúan tres dimensiones (8 ítems por cada factor). En este estudio los
autores afirman que proponen un modelo, pero no profundizan en la definición de
cada dimensión, ni establecen estrategias para su desarrollo u optimización, pero
en Fernández-Berrocal y Extremera (2006) exponen una definición y manifiestan
que estas dimensiones son: 1.Atención emocional hace referencia al grado en que
las personas prestan atención a su propia emocionalidad; 2. Claridad emocional
alude a la percepción que cada individuo tiene de sus propias emociones y 3.
Reparación emocional referida a la capacidad de interrumpir y regular estados
emocionales negativos y prolongar los positivos.
Este modelo es
individualista, evalúa solo las variables interpersonales dejando de lado lo
vinculado a las relaciones interpersonales y sus emociones. Su énfasis está en
el autoconocimiento y la adaptabilidad a diferentes contextos y situaciones y
deja de lado las emociones de las demás personas y sus diferentes
vinculaciones. Pero partiendo de la premisa que primero se debe comenzar por el
autoconocimiento es un modelo adaptable a programas de educación emocional,
también es útil para emplearse de manera autodidacta para quienes deseen
iniciarse en el camino de desarrollar o mejorar su inteligencia emocional.
Es importante destacar
que este modelo fue desarrollado por los autores para evaluar la influencia de
la inteligencia emocional en el rendimiento escolar de adolescentes. En
consecuencia, solo buscaban evaluar cómo los estudiantes manejaban sus propias
emociones y la incidencia de esto en su rendimiento académico, esta no era una
investigación destinada al estudio de las competencias sociales. Sin embargo, y
aunque no usan la expresión educación emocional, los autores señalan la
importancia que en las instituciones educativas se desarrollen contenidos
destinados a la optimización de competencias emocionales y sociales en los
estudiantes, afirmación que reiteran en investigaciones posteriores al
reconocer la importancia de la optimización de estas competencias y su
relevancia en las relaciones interpersonales y en la adaptación a diferentes
situaciones y contextos incluyendo lo académico.
DISCUSIÓN
Los modelos expuestos
anteriormente hacen referencia al desarrollo de la inteligencia emocional en su
mayoría con excepción de Bisquerra presentan un modelo autodidacta de educación
emocional, aunque Goleman (1995) proponen la alfabetización emocional no hace
un despliegue profundo de la importancia y lo que implica la educación en este
ámbito en estos tiempos. Para Bisquerra (s/f) nos encontramos viviendo lo que
él ha denominado revolución emocional que no es más que la exploración que ha
surgido desde la sociedad y el mundo organizacional de una búsqueda de
bienestar y satisfacción emocional. Que ha conducido al desarrollo de programas
y libros que satisfagan esta necesidad. Según el autor esto ha ocasionado que
conceptos como inteligencia emocional y educación emocional llegan al ámbito
educativo tradicional y logren filtrarse de manera positiva en los programas y
estrategias académicas tradicionales.
En cuanto al concepto
de inteligencia emocional surge con Salovey y Mayer (1990) aunque es un modelo
muy individualista orientado básicamente al desarrollo de la inteligencia
interpersonal y habilidades sociales y que no aborda la emocionalidad desde el ámbito
académico, es adaptable a programas o proyectos de educación emocional en las
instituciones educativas formales y no formales.
Con respecto a este
modelo, Fernández-Berrocal y Extremera (2005) desarrollaron un estudio sobre la
inteligencia emocional y la educación de las emociones desde el modelo de Mayer
y Salovey donde concluyen que este modelo puede ser aplicable al ámbito
educativo pero requiere evaluación y medición de los resultados de manera
constante para garantizar su efectividad, para los autores la educación
requiere de cambios rigurosos que garanticen a futuro cercano las virtudes del
desarrollo de la inteligencia emocional y que su implementación en el campo
académico no sea solo una esperanza de tiempos de crisis. Asimismo, es
importante destacar que este modelo resulta muy útil para iniciarse de forma
autodidacta en el desarrollo de la inteligencia emocional porque parte del
crecimiento personal de cada individuo.
En cuanto a Bar-On (1997) propone un modelo sumamente completo que abarca tanto
lo intra como lo interpersonal, fue pensado para el desarrollo de competencias
emocionales que le permitan al individuo adaptarse manera efectiva al medio
donde se desenvuelve, va de lo intra a lo interpersonal. De los modelos
presentados en este artículo es el único que hace referencia a la importancia
del manejo del estrés, al desarrollo de habilidades para la toma de decisiones
y resolución de conflictos y alude la felicidad como un elemento destacado para
afrontar el medio y mantenerse en bienestar. Debido a lo amplio del modelo es
adaptable al ámbito académico en cualquier nivel y para todos los miembros de
una comunidad educativa.
El boom del concepto de
inteligencia emocional llega con Goleman (1995), es un modelo sumamente
completo y uno de los más destacados dentro de los estudios de emocionalidad,
ha sido utilizado para el desarrollo de inteligencia emocional a nivel
individual y en programas educativos en el mundo organizacional. En relación a
la educación el autor esboza algunas ideas sobre la alfabetización emocional y
destaca la importancia que en el ámbito académico se incluyan contenido sobre
inteligencia emocional que permita que la escuela se convierta en motor
principal de cambios hacia una sociedad emocionalmente inteligente y en bienestar
para lo que se requiere que los estudiantes desarrollen y optimicen sus capacidades
emocionales.
A partir de los modelos
anteriores y de los fundamentos de la psicopedagogía Bisquerra (2000) propone
el modelo de educación emocional, donde básicamente plantea que en todos los
niveles del sistema educativo la educación emocional esté presente. Sin
embargo, no hace una propuesta de cómo el profesorado activo en las aulas de
clases va a desarrollar competencias emocionales que le permitan convertirse en
un promotor y ejecutor efectivo de este modelo. Por lo que más adelante en el
2005 (que luego mejoraría en el año 2010)el autor
propone un modelo de educación emocional para el profesorado en el que plantea
una serie de técnicas y actividades dirigidas principalmente a que el
profesorado desarrolle su inteligencia emocional; sin el embargo, hay elementos
en cuanto a su aplicabilidad que no quedan del todo establecidos.
Luego de los cuatro
ejemplares ya mencionados tenemos el de Fernández-Berrocal y Extremera (2001),
quienes plantean un modelo que además de ser individualista solo propone la
evaluación de las variables interpersonales con énfasis en el autoconocimiento
y a la regulación emocional y deja de lado lo vinculado a las relaciones
interpersonales y sus emociones, no hacen referencia al desarrollo de
habilidades sociales que faciliten en el individuo la comprensión y aceptación
de las emociones de los demás y cómo vincularse con ellas. Los autores lo
proponen como un modelo, pero no profundizan en las definiciones,
características, ni en el desarrollo de cada dimensión, es un texto en el que
no están claros todos sus elementos. Pese a esto y que es el modelo más
individualista de los expuestos en este estudio es adaptable al ámbito
educativo, es funcional para iniciar tanto al profesorado como estudiante en el
camino del desarrollo de la inteligencia emocional, ya que todas las teorías de
desarrollo de esta inteligencia parten del autoconocimiento, por lo que se
podría de acuerdo a los resultados del test realizar actividades que
contribuyan con la optimización de las dimensiones propuestas por los autores.
Pese a los avances de
los estudios en educación emocional aún queda mucho camino por recorrer en este
campo dentro de la educación formal, Bisquerra es el autor que mayor
importancia le ha dado a la educación emocional. Sin embargo, sigue sin quedar
claro cómo se va implementar la educación emocional en los diferentes niveles
del sistema educativo, el autor sugiere que a su modelo se le realicen ajustes
de acuerdo a cada nivel, pero no describe las directrices para ello.
También es importante
destacar que los modelos presentados en este artículo están desarrollados y
aplicados en contextos norteamericanos y españoles, por lo que sería pertinente
preguntarse si son adaptables a otros entornos, como por ejemplo Latinoamérica.
Entendiendo que cada país y continente tiene sus particularidades y que según
Russell (1991) las representaciones emocionales están basadas en escenarios
prototípicos, ya que la interacción social promueve la aparición de cognitivos
compartidos que propicia en los individuos de cada sociedad un marco de
“sentido común” desde donde se entiende el mundo.
Partiendo de lo
propuesto por Russell parece oportuno reflexionar sobre la aplicabilidad y
funcionalidad de estos modelos en contextos diferentes de donde se originaron,
quizás esto sea motivo de otro estudio, pues las investigaciones sobre
inteligencia emocional si contamos a partir del trabajo de Salovey y Mayer
apenas tienen unos 31 años y son trabajos que aún hoy en día continúan
discutiéndose y en constante avance y en relación a educación emocional de
acuerdo a lo afirmado por Bisquerra (2014) es propia de este milenio, es
relativamente nueva, en consecuencia queda mucho por estudiar, esclarecer y
desarrollar en este campo. Lo que sí está claro en la actualidad es que la
educación emocional consiste en el desarrollo de competencias emocionales que
conduzcan al individuo a gestionar de manera adecuada sus emociones y empatizar
con las emociones y sentimientos de los demás. Lo que en palabras de Goleman
(1995) sería desarrollo de la inteligencia emocional.
La educación emocional
según los modelos presentados en este estudio puede llevarse a cabo de manera
autodidacta, solo se requiere decisión y compromiso del individuo en
desarrollar o mejorar cada una de las competencias del modelo seleccionado.
También se puede participar en programas de educación emocional no formales.
En cuanto a la
educación formal, la educación emocional constituye según Bisquerra (2000;
2005) un reto para el sistema educativo español, afirmación que pudiera ser aplicada
para cualquier país del mundo, asumiendo que el manejo de las emociones es
importante en todas las culturas y dada la complejidad social del siglo XXI
donde constantemente el individuo está sometido a cambios sociales, políticos y
tecnológicos lo que según Bisquerra (s/f) amerita desarrollar competencias
intra e interpersonales que conduzca al individuo hacia estados de satisfacción
y bienestar.
CONCLUSIONES
La educación emocional
es un constructo teórico que tiene sus orígenes en el concepto de inteligencia
emocional. Según Bisquerra (2005) ya Bar-On (1997)
hablaba de inteligencia emocional aunque este último término comenzó a
utilizarse con Salovey y Mayer (1990) que luego sería popularizado por Goleman
(1995) y llevado al mundo académico gracias a los trabajos de Bisquerra (2000;
2005 y 2010) que plantean el desarrollo de la inteligencia emocional desde las
aulas de clases a través de sus modelos de educación emocional como un reto de
la academia en medio de la revolución emocional que se ha venido viviendo desde
la década de los 80 del siglo pasado.
Esta puede ser abordada
en las aulas de clase con cualquiera de los modelos presentados en este
estudio, ya que todos parten desde el autoconocimiento y con excepción del
modelo de Fernández-Berrocal y Extremera (2001) todos abordan el desarrollo de
capacidades o habilidades interpersonales que permiten ir desde lo personal o
lo social. Sin embargo, el modelo de estos investigadores podría ser de mucha
utilidad para dar inicio a proyectos de educación emocional en las
instituciones educativas de cualquier nivel o modalidad.
La educación emocional
se ha convertido a nivel mundial en el gran reto de la educación porque implica
contemplar los contenidos programáticos de cada currículo a la par del
desarrollo de las habilidades propias de la inteligencia emocional, pero esto
requiere de un profesorado capacitado en estos temas que pueda a su vez
desarrollar estas habilidades en los estudiantes, he ahí según Bisquerra el
gran reto de la educación emocional en la actualidad y en los próximos años.
Este constructo teórico
puede definirse según la interpretación de los modelos presentados como
programas educativos, desarrollados tanto en la educación formal como informal,
para propiciar de manera deliberada el desarrollo u optimización de competencia
emocionales propias de la inteligencia emocional, tales como: autoconocimiento,
flexibilidad, empatía, motivación, habilidades sociales y bienestar.
REFERENCIAS
Bar-On,
R. (1997). Bar-On Emotional
Quotient Inventory (EQ-i): Technical manual.Multi-HealthSystems.
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