Alternancia – Revista de Educación e Investigación                                                                                                                                                     www.revistaalternancia.org

Vol. 6. No. 10 | Enero - junio 2024 | Páginas 24 – 34                                                                                                                                                     ISSN: 2710 - 0936 | ISSN-L: 2710 – 0936

 

 

La inteligencia emocional del docente como mejora de prácticas educativas.

Teacher emotional intelligence as an improvement in educational practices

 

Ashly Castilla Domínguez

ashleecd96@gmail.com

https://orcid.org/0009-0004-7137-0399

Tec Tampico Universidad, San Buenaventura, Coahuila, México

 

Juan José Rivera Franco

Juanjose.rivera@docentecoahuila.gob.mx

https://orcid.org/0009-0001-3342-1384

Universidad Virtual de Estudios Superiores, San Buenaventura, Coahuila, México

 

Recibido: 15 de agosto 2023 / Arbitrado: 22 de septiembre 2023 / Aceptado: 06 de noviembre 2023 / Publicado: 05 de enero 2024

 

RESUMEN

La inteligencia emocional es aquella habilidad que permite expresar y comprender las emociones propias y de quien nos rodea, esta ha cobrado gran interés dentro del proceso educativo. La investigación realizada es de carácter cuantitativo, su objetivo fue conocer si los docentes de educación básica cuentan con la inteligencia emocional que los lleve a mejores prácticas educativas con sus alumnos; usando de técnica la encuesta, con un diseño descriptivo, se utilizó un instrumento para la recolección de datos. La población fueron docentes de educación básica, con una muestra de 90 docentes de la región centro de Coahuila específicamente 30 de educación preescolar, 30 educación primaria y 30 educación secundaria; los resultados expresan que el 57% de los docentes debe mejorar su atención pues ponen muy poca atención a lo que sienten y expresan, el 55% no comprende adecuadamente sus estados de ánimo y 62% deben regular sus estados emocionales. Con esta investigación se pudo determinar que los docentes de educación básica requieren trabajar tanto la atención, claridad y reparación de las emociones para lograr un equilibrio emocional que pueda verse reflejado en las aulas.

 

Palabras clave: Emociones; Inteligencia Emocional; Habilidades emocionales; Docente; Bienestar emocional

 

ABSTRACT

Emotional intelligence is the ability that allows us to express and understand our own emotions and those around us. It has gained great interest within the educational process. The research carried out is quantitative in nature, its objective was to know if basic education teachers have the emotional intelligence that leads them to better educational practices with their students; Using the survey technique, with a descriptive design, an instrument was used for data collection. The population was basic education teachers, with a sample of 90 teachers from the central region of Coahuila, specifically 30 from preschool education, 30 from primary education and 30 from secondary education; The results show that 57% of teachers must improve their attention because they pay very little attention to what they feel and express, 55% do not adequately understand their moods and 62% must regulate their emotional states. With this research it was determined that basic education teachers need to work on attention, clarity and repair of emotions to achieve an emotional balance that can be reflected in the classrooms..

 

Keywords: Emotions; Emotional Intelligence; Emotional skills; Teacher; Emotional ell-being

 

INTRODUCCIÓN

Los tiempos actuales pretenden plantear la educación desde un enfoque humanista en donde se tenga un esfuerzo para que las relaciones sociales, humanas se den adecuadamente en el medio en el que se habita.

Diferentes autores  destacan su contribución por mejorar el potencial humano y como este tiene repercusiones en el proceso educativo, Howard Gardner desarrolla la teoría de las inteligencias múltiples en donde nos da a conocer que los seres humanos aprendemos por        medio de diferentes habilidades e inteligencias las cuales tenemos más desarrolladas unas que otras, mientras que Daniel Goleman también habla respecto al aprendizaje mediante una inteligencia, esta llamada inteligencia emocional, en donde las emociones y la autorregulación de las mismas,  juegan un papel esencial en el desarrollo de las habilidades cognitivas que lleven a los educandos a alcanzar un éxito en la sociedad. Durante el siglo XX, se dio inicio con los estudios sobre la inteligencia emocional, Daniel Goleman fue uno de los principales precursores de esta teoría, y el mismo la define como la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos; sin embargo después de sus estudios otros autores dan a conocer sus propias definiciones, complementando la teoría y definición planteada por Goleman, uno de ellos fue Weisinger, (Weisinger, 2001) la define como el uso inteligente de las emociones de forma intencional, hacemos que nuestras emociones trabajen para nosotros, utilizándolas con el fin de que nos ayuden a guiar nuestros comportamientos y mejorar nuestros resultados.

Hoy en día vivimos en un mundo interconectado y desafiante, el cual se encuentra en un cambio constante, en el siglo XXI se pretende que la educación tenga un cambio ambicioso y que asegure una educación de calidad para las niñas, niños y jóvenes de México. Es por ello que la reforma educativa planteada en el año 2017 quien fue propuesta por Enrique Peña Nieto, trajo consigo cambios que permitieron al alumno aprender por competencias y aprendizajes claves que dieran como resultado un aprendizaje para la vida, dentro de este plan, una de las áreas a trabajar fue la educación socioemocional, la cual se abordó en toda la educación básica, rescatando desde aquí la importancia de la educación emocional en el alumno, con la finalidad de que estos aprendan a regular sus propias emociones en las diferentes circunstancias que la vida les presente, así como promover relaciones de manera sanas y productivas. Con la llegada de la Nueva Escuela Mexicana el trabajo emocional sigue presente con el propósito de formar individuos humanos, con un gran bienestar personal.

El trabajar las emociones dentro de los salones de clase, conlleva a que el alumno tenga una capacidad de atención, pueda identificar y sobre todo poner en práctica sus fortalezas personales para poder autorregular sus emociones y estar en calma para llevar a cabo diversas actividades como aprender, jugar, estudiar, desarrollar empatía y convivir con otros. Además de poder emprender proyectos de corto y mediano plazo (como practicar un pasatiempo, algún deporte, etc.)

Esther Álvarez Bolaños en el texto de la revista “Educación Socioemocional” (Bolaños, 2020) nos menciona que la educación socioemocional en el ámbito educativo alude al papel que juegan las emociones en el aprendizaje y el desarrollo de competencias para la vida. Pues desde los hallazgos de la neurociencia hoy se sabe que un cerebro emocionado es capaz de aprender de manera efectiva, ya que el aprendizaje se encuentra estrechamente ligado a la curiosidad y la atención.

Al analizar la importancia que dentro del plan de estudios se le da a las emociones, se debe entender que de la misma manera en que los alumnos trabajan con ella, el docente debe atender a los requerimientos emocionales personales en conjunto con el de los alumnos generando en estos un grupo de habilidades que serán apoyo para su formación completa, (Quijada, 2018) destaca que el educador que posee estos recursos logra una preparación que le permite a sí mismo y a los estudiantes enfrentar situaciones de estrés que suelen ser frecuentes; el mantener una inteligencia emocional llevará al docente tener un éxito, pues para lograr el anterior se debe trabajar tanto la parte intelectual como la parte emocional.

Es decir es primordial fortalecer las habilidades emocionales que   permitan tanto a docentes como estudiantes tener determinación, ser resilientes, perseverantes y que de esta manera pueda enfrentar y adaptarse a nuevas situaciones de una manera creativa, mediante el reconocimiento de su propio valor y emoción aprenderán a respetarse a sí mismos pero también a los demás, a expresar y autorregular emociones, rescatando reglas y respetando acuerdos, además de manejar y resolver conflictos de forma afectiva.

El presente estudio es una investigación cuantitativa, la cual permitió tener un mejor entendimiento del fenómeno estudiado, el estudio se realizó con docentes de educación básica de la región centro del Estado de Coahuila,   específicamente   30    docentes de   educación   preescolar,   30    docentes de educación primaria y 30 docentes de educación secundaria. Los docentes son de escuelas públicas del estado donde en su mayoría existe una deficiencia en cuanto a infraestructura, materiales, etc.

Uno de los principales autores que habla respecto a la inteligencia emocional es Daniel Goleman, este (Goleman, 1996) resalta que la inteligencia emocional es aquel conjunto de habilidades indispensables para poder entender, usar y administrar nuestras propias emociones, para Daniel Goleman, es la capacidad para reconocer las emociones tanto propias como ajenas y de gestionar nuestra respuesta ante ellas, las anteriores permiten la mayor adaptabilidad de los individuos ante las diferentes situaciones que se le presentan, además de promover la confianza y seguridad, (Goleman, 1996) sostiene que las competencias emocionales se encuentran divididas en dos categorías: intrapersonales e interpersonales, en las primeras podemos destacar que se refieren a la relación que establecemos con nosotros mismos y la segunda en aquella relación que tenemos con los demás. Sin embargo, podemos decir que cualquier situación debe empezar por uno mismo y si no se logra mantener una relación adecuada de manera personal, es muy complicado que el entorno se encuentre bien establecido.

Dentro de todo sistema educativo se determina que el conocimiento que se adquiere es bueno, es cuando este puede conducir a la felicidad; la cual se puede entender como una emoción, Por dicha situación es importante plantear que el desarrollo emocional que se genera dentro de las instituciones educativas, debe ser un potenciador dentro de la educación, puesto que este posibilita mejores relaciones, capacidades para el estudio y alternativas; por eso es fundamental pensar en un sistema educativo que permita tener y formar personas emocionalmente sociales y competentes. Según Rafael Enrique Buitrago Bonilla (Torres, 2013), los sistemas educativos tienen la responsabilidad de incentivar procesos de educación social y emocional para niños, adolescentes y adultos, los cuales den la suficiente atención a la naturaleza y la mente y se preocupen por enseñar el reconocimiento y manejo de las emociones, explicitando además los problemas que conlleva reprimirlas. Es por ello que hoy es esencial que los alumnos y docentes trabajen en cada momento con sus emociones, la autorregulación de las mismas será la meta para que estos puedan contar con lo que conocemos como inteligencia emocional.

En nuestros días la nueva tarea del docente, exige una capacitación continua y constante, tener un conocimiento amplio en materia de educación, así como la aplicación de los diferentes adelantos tecnológicos que cada vez son más necesarios en el desarrollo de las actividades educativas, pues a raíz de la pandemia se han convertido en el diario vivir del proceso de enseñanza- aprendizaje, pero a su vez el docente debe adaptarse a las nuevas soluciones de aprendizaje, y enriquecerse por medio de experiencias con compañeros y desarrollar nuevas habilidades que les permitan engrandecer su trabajo y aportar a los alumnos nuevas competencias que los lleven a un conocimiento pleno de mismo para poder trabajar su ser así como su hacer, puesto que la principal tarea del docente es impactar positivamente en la vida de los alumnos mediante su aprendizaje permanente, continuo y sobre todo emocional.

Destacando lo anterior y observando que la tarea del docente es fundamental para los aprendizajes de los educandos surge la siguiente hipótesis, Los docentes de educación básica cuentan con la inteligencia emocional para desarrollar mejores prácticas educativas. Esta investigación cuantitativa con diseño descriptivo tiene como objetivo el conocer si los docentes de educación básica cuentan con la inteligencia emocional que los lleve a mejores prácticas educativas con sus alumnos. Los alumnos de educación básica deben contar con una formación integral, para que esta se pueda obtener, dentro de la formación académica se debe incluir el desarrollo de otras capacidades humanas entre las cuales destacan las emocionales. Para (Berrocal, 2018) Educar la inteligencia emocional de los estudiantes se ha convertido en una tarea necesaria en el ámbito educativo y la mayoría de los docentes considera primordial el dominio de estas habilidades para el desarrollo evolutivo y socioemocional de sus alumnos, por dicha situación se retoma la importancia de que exista el buen desarrollo de la inteligencia emocional en el docente, para que de esta manera los alumnos puedan saber autorregular sus emociones.

Para (Berrocal, 2018) una de las razones por la que el docente debe poseer ciertas habilidades emocionales tiene un marcado cariz altruista y una finalidad claramente educativa. El resalta que para que un alumno aprenda y desarrolle las habilidades emocionales y afectivas relacionadas con el uso inteligente de sus emociones necesita de un completo educador emocional pues gran parte del aprendizaje que adquieran los alumnos durante el desarrollo de toda su vida es el ejemplo de enseñanza que le dan sus maestros.

Hoy en día resulta necesario pensar en tener una formación docente adecuada, basada en las emociones, desde la urgente necesidad de poder educar a todos los estudiantes con las competencias necesarias para la vida y en la vida, en donde se vea reflejado el compromiso dentro del trabajo educativo para obtener un desempeño de calidad que permita una ampliación formativa de todo educando. Según (Farias, 2021) enfatiza que es notable revelar la importancia que adquiere el rol docente en su práctica pedagógica, ya que su desempeño exige un alto nivel de sensibilidad a las emociones propias y de sus estudiantes, facilitando de esta manera una óptima calidad de las relaciones interpersonales que se dan al interior de la escuela.

 

MÉTODO

La metodología que se utilizó en dicha investigación es cuantitativa, experimental, descriptiva, la cual empleó la recolección de datos y el análisis estadístico mediante una encuesta con la aplicación de un test.

La población de este estudio estuvo constituida por docentes de educación básica de la zona centro del Estado de Coahuila, México, siendo la muestra de este estudio 90 docentes, 30 docentes de educación preescolar, 30 de educación primaria y 30 de educación secundaria.

Para poder llevar la metodología se aplicó un instrumento, el cual consistía en un test para de inteligencia emocional, este instrumento nos permitió obtener información conforme a los indicadores de la inteligencia emocional, desarrollándose mediante la técnica psicométrica, la cual se empleó en el momento de aplicar el test de inteligencia emocional cuya finalidad es evaluar el nivel de inteligencia emocional que presentan los docentes de esta región del estado de Coahuila de Zaragoza, México.

Si bien es cierto el poder conocer la inteligencia emocional de cada individuo no es algo sencillo, puesto que esto se convierte en algo muy subjetivo, con base en una prueba o cuestionarios se puede determinar la inteligencia de un individuo, dando la pauta para poder trabajar en el desarrollo o fortalecimiento de la inteligencia según los resultados obtenidos.

Marqués, (2017) sostiene que Daniel Goleman propuso un cuestionario sobre inteligencia emocional en el cual se miden tres dimensiones claves como:

Atención: Soy capaz de sentir, así como expresar los sentimientos de manera adecuada.

Claridad: Comprendo bien mis estados.

Reparación: soy capaz de regular los estados emocionales de forma correcta.

Este test se encuentra distribuido en 24 afirmaciones, las cuales se dividen en tres grupos, para poder evaluar las dimensiones que mencionamos anteriormente, cada uno de estos grupos se dividen en 8 afirmaciones, las cuales se encuentran basadas en la escala de likert.

 

RESULTADOS

Los test de inteligencia son aquellas pruebas que miden habilidades, conocimientos, aptitudes y funciones, una de las principales características es medir la inteligencia, sin embargo, el test de inteligencia emocional es una herramienta de medición de las diversas áreas de la conducta emocional de los individuos.

El tipo de instrumento que se aplicó fue un test de inteligencia emocional, el cual para poder ser evaluado y reconocer el nivel de inteligencia emocional se toman en cuenta las siguientes características. Primeramente, es importante mencionar que los rangos a evaluar se determinan por el tipo de sexo, femenino o masculino y estos se evalúan conforme a las diferentes dimensiones en las que está conformada la prueba.

Marqués (2017) determina que para saber el grado de atención emocional se deben sumar los números que se hayan elegido conforme a las diferentes dimensiones que anteriormente se mencionaron; e interpretar los resultados tomando en cuenta las siguientes puntuaciones.

 

Puntuación de hombres:

Si el resultado es menor que 21, significa que presta poca atención y necesita mejorarla.

Si el resultado ronda entre 22 y 32, cuenta con una atención adecuada.

Si el resultado que se obtiene es mayor que 33, significa que presta demasiada atención y requiere moderarla.

Puntuación de mujeres:

Si el resultado que se obtuvo es menor que 24, significa que presta poca atención y necesita mejorarla

Si el resultado oscila entre 25 y 35, sugiere que se tiene una atención adecuada

Si el resultado que se obtuvo es mayor que 36, presta demasiada atención, se recomienda moderarla.

En lo que respecta a la claridad emocional la interpretación se lleva de la siguiente manera tomando en cuenta los siguientes indicadores.

Puntuación de hombres:

Si el resultado que se obtiene es menor de 25, equivale a que debe mejorar su claridad.

Si el resultado ronda entre 26 y 35, se pretende que se tiene una claridad adecuada.

Si el resultado es mayor que 36, quiere decir que se cuenta con una excelente claridad.

Puntuación de mujeres:

Si se obtiene un resultado menor que 23, la persona debe mejorar su claridad.

Si el resultado que se obtiene se encuentra entre el 24 y 34, quiere decir que se tiene una claridad adecuada.

Si el resultado es mayor que 35, indica que se tiene una excelente claridad.

En la última dimensión la cual se llama reparación de las emociones se interpreta con los siguientes datos.

Puntuación de hombres:

Si el resultado es menor que 23, el encuestado debe mejorar la capacidad de reparación emocional.

Si el resultado que se obtiene esta entre 24 y 35, quiere decir que este cuenta con una capacidad de reparación adecuada.

Si el resultado que se obtuvo es mayor a 36, denota que se tiene una excelente capacidad de reparación.

Puntuación de mujeres:

Si el resultado obtenido es menor que 23, significa que debe mejorar su capacidad de reparación emocional.

Si el resultado obtenido oscila entre 24 y 34, se cuenta con una capacidad de reparación adecuada.

Si al realizar la suma, el resultado es mayor a 35 se tiene una excelente capacidad de reparación.

En esta sección, describimos los resultados obtenidos en el proceso de investigación, el instrumento fue aplicado a los docentes que pertenecen a la muestra establecida; conforme a los resultados que arrojaron los instrumentos de los 90 encuestados, para tal efecto y la mejor distribución de los mismos por medio de un formulario los docentes dieron respuesta a las 24 afirmaciones que establece el test; los docentes mostraron empatía e interés al poder responder la prueba lo que fue una gran ventaja para el desarrollo de esta investigación

Al tener estos datos que se recabaron, se procesaron los resultados, para obtener por medio de una estadística los resultados de cada encuestado en las diferentes dimensiones claves como lo estipula el autor, para proseguir con la distribución de frecuencia relativa (porcentajes) conforme se muestra en las siguientes tablas, las cuales fueron analizadas conforme a los resultados obtenidos respecto a los diferentes sexos.

Para la elaboración de las tablas se tomó en cuenta el número de niveles o factores de la inteligencia emocional y la puntuación de cada uno de los encuestados conforme a los 8 ítems que corresponde a cada uno de los factores o dimensiones, para proseguir con la realización de la estadística absoluta (cantidad) y la estadística relativa (porcentajes) que nos permiten mostrar las siguientes Tablas 1 y 2.

 

Tabla 1. Masculino. (24 encuestados)



 

Tabla 2. Femenino (66 encuestados)

Atención Emocional

 

Debe mejorar su atención presta poca atención

54%

Debe mejorar su atención presta demasida atención

23%

Adecuada atención

23%

Claridad Emocional

 

Debe mejorar claridad

52%

Adecuada claridad

30%

Excelente claridad

18%

Reparación de las emociones

 

Debe mejorar reparación

59%

Adecuada reparación

32%

Excelente reparación

9%

 


 

De acuerdo a lo observado en los resultados anteriormente mostrados, nos damos cuenta de que existe cierta similitud en cuanto a los resultados expuestos tanto en los instrumentos del sexo masculino como las del sexo femenino, pues en los 3 niveles o factores de la inteligencia emocional, el porcentaje mayor en ambos sexos, se presenta en: debe mejorar su atención presta poca atención, debe mejorar la claridad y debe mejorar la reparación.

Lo que denota que el docente tiene un área de oportunidad en el trabajo de la inteligencia emocional y que esta puede ser un factor de apoyo para su trabajo dentro del aula y con sus alumnos.

Para una mayor apreciación de los resultados se   efectuó   la   siguiente   tabla 3, en donde nuevamente nos apoyamos de la estadística relativa para su mayor comprensión.

 

Tabla 3. Femenino - Masculino (90 encuestados)

Atención Emocional

 

Debe mejorar su atención presta poca atención

57%

Debe mejorar su atención presta demasida atención

Adecuada atención

21%

22%

Claridad Emocional

 

Debe mejorar claridad

55%

Adecuada claridad

26%

Excelente claridad

19%

Reparación de las emociones

 

Debe mejorar reparación

62%

Adecuada reparación

27%

Excelente reparación

11%


De acuerdo a la tabla anterior, en lo que concierne al factor de la atención emocional, el 57% de los docentes debe mejorar su atención ya que ponen muy poca atención a lo que sienten y expresan, mientras que el 21% debe mejorarla ya que prestan demasiada atención a lo que sienten y solo un 22% cuenta con una adecuada atención respecto a sus emociones.

En lo que concierne a la claridad emocional el 55% de los encuestados no comprenden adecuadamente sus estados de ánimo, 26% de ellos cuentan con una adecuada claridad        y un reducido 19% con una excelente claridad emocional.

El último factor evaluado, muestra que el 62% de los docentes deben mejorar la reparación, es decir la regulación de los estados emocionales de una forma adecuada, mientras que el 27% cuentan con una adecuada reparación y el 11% restante lo hacen de manera excelente.

 


 

DISCUSIÓN

Los resultados de la investigación rescatan que, en las 3 dimensiones de la inteligencia emocional, en cuanto a la atención emocional, claridad emocional y reparación de las emociones, los docentes tanto hombres como mujeres requieren mejorar cada una de ellas, puesto que solo muy pocos logran tener un equilibrio entre lo que sienten, expresan, comprenden y regulan sus sentimientos.

Es por ello que cobra relevancia la situación de que el docente trabaje con sus propias emociones para mantener una excelente profesionalización docente pues para poder educar es necesario saber, siendo este último el que lleve a trabajar el ser, y para poder educar y enseñar adecuadamente el docente precisa “ser”, para poder lograr en los alumnos, las competencias indispensables en la vida. Dicho lo anterior se destaca la relevancia de trabajar la inteligencia emoción pues el docente   que la trabaje en el mismo, y lo lleve a las aulas continuamente va a ser un ejemplo de constante profesionalismo, empatía y promotor de emociones sanas.

El trabajo y la integración de cada una de estas dimensiones de la inteligencia emocional permitirán que el docente tenga un éxito profesional, si bien el docente esta consciente de la importancia que tiene el desarrollar su propia inteligencia emocional, los resultados nos dan a conocer que hoy en día faltan acciones para concretar un equilibrio emocional en los educadores.

 

CONCLUSIONES

Los resultados de la investigación demuestran que hoy en día los docentes no regulan adecuadamente sus emociones, puesto que aun requieren trabajar su inteligencia emocional, en cuestiones de género conforme a los resultados evaluados, se puede comprobar que las mujeres regulan mejor sus emociones, tanto su atención, claridad y reparación emocional.

Se dice que cuando existe una inteligencia emocional alta, se incrementa la inteligencia social. (Mendoza, 2018) afirma que los profesores con mayor inteligencia emocional transmiten una elevada sensibilidad hacia los procesos enseñanza- aprendizaje de calidad, aunado a que cuentan con determinadas características personales que integran su personalidad y que estos pueden ser gran aliado para el aprendizaje de sus alumnos.

Los resultados sugieren que el docente debe estar en constante actualización y trabajo emocional que lo lleve a establecer un equilibrio entre los diferentes niveles o factores de la inteligencia emocional, lo anterior propiciara en el maestro el establecimiento de mejores relaciones sociales, familiares, bajar sus niveles de ansiedad, pero sobre todo establecer mejores prácticas educativas.

La praxis de la inteligencia emocional en los alumnos requiere de un trabajo previo en el docente, pues si este no cuenta con un conocimiento de sus propias emociones, difícilmente podrá promover unas emociones adecuadas para sus alumnos.

Con base en lo analizado e integrando los resultados obtenidos con la metodología desarrollada, se puede decir que la hipótesis planteada al inicio de la investigación confirma que el docente no cuenta en su totalidad con el desarrollo de la inteligencia emocional que le permita mantener un mejor espacio dentro del aula. El docente debe trabajar con atención a sus emociones y sentimientos, para que puedan regularlos adecuadamente.

Finalmente los autores (Montecino, 2019) respaldan que el desarrollo de la Inteligencia Emocional es algo fundamental para potenciar el éxito académico, así como para formar estudiantes preparados y capaces de llevar una educación integral, mientras que (Hernández, 2021) destaca que los desafíos de la educación son cada vez más relevantes, provocando en los educadores mucha inquietud, por ello al poner en práctica la inteligencia emocional en la escuela, permitirá que los estudiantes y profesores tengan un mayor manejo sobre sus aspectos emocionales.

 

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